Los mercados financieros han sido sacudidos en los últimos años debido a factores globales como el conflicto en Ucrania e Israel, así como las crisis energéticas y de precios. Estos fenómenos disruptivos han generado desconfianza tanto entre las empresas como entre los inversores particulares, dificultando aún más la canalización del ahorro hacia productos de inversión tradicionales. Además, se suma una serie de desafíos adicionales, como la necesidad de digitalización en el ámbito financiero y la creciente complejidad de encontrar socios de inversión de alta calidad en un panorama cada vez más competitivo.
Según Eduardo Luzarraga, Sales Director de Leyton Iberia, la empresa líder a nivel mundial en la financiación de la innovación, «en medio de esta inestabilidad, para un inversor, buscar proyectos rentables es crucial, pero aún más crucial es seguir apostando por la I+D+i, ya que la capacidad de innovar y adaptarse es lo que permite a las empresas mantener su competitividad en un mercado en constante cambio. La inversión en innovación es una necesidad para garantizar un crecimiento sostenible y la viabilidad a largo plazo”.
Invertir en innovación para un rendimiento sostenible
El Tax Lease, conocido también como Tax Equity o Mecenazgo tecnológico, es un vehículo económico que permite a dos actores obtener un beneficio mediante una agrupación de interés económico (AIE).
Luzarraga lo explica de la siguiente manera, “imaginemos una pequeña empresa tecnológica en Madrid especializada en soluciones de movilidad avanzadas, eficientes y sostenibles. Estos han concebido un proyecto innovador que promete una mayor conectividad y movilidad sostenible. Sin embargo, la financiación es un desafío crucial y la monetización convencional con la Administración no es viable debido a los costos y la demora en la financiación. En este escenario, un inversor privado interesado en la inversión rentable y la innovación se une al proyecto mediante el Tax Lease».
De tal manera, cuando un inversor elige financiar un proyecto utilizando este incentivo, está haciendo una contribución significativa al fortalecimiento de la economía y la competitividad a nivel nacional. Al mismo tiempo, está fomentando la innovación dentro del país al respaldar iniciativas que pueden generar avances tecnológicos, mejorar la eficiencia en los procesos y promover el desarrollo de nuevos productos o servicios. Asimismo, la mayoría de los proyectos de I+D+i que pueden recibir inversión suelen estar alineados con los principios de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
Además de los beneficios mencionados, los inversores pueden obtener rendimientos que actualmente no se encuentran disponibles en ningún otro producto del mercado. Por otro lado, los promotores del proyecto de innovación obtienen acceso a una financiación significativamente mayor y más rápida que la que podrían obtener a través de métodos de financiación convencionales, gracias a la monetización de las Deducciones fiscales por I+D+i.
Finalmente, es importante destacar que el Tax Lease cuenta con un sólido respaldo legal, lo que lo hace aún más atractivo en comparación con otros incentivos fiscales. Este sistema ofrece plazos más cortos y no está sujeto a un límite de presupuesto máximo, lo que lo convierte en una opción más flexible y atractiva para ambas partes.
Luzarraga concluye diciendo que “desde Leyton, siempre hemos apostado por impulsar la I+D+i mediante los incentivos fiscales a la innovación. Este año celebramos una década desde que nuestra empresa comenzó en España y con más de 3.000 clientes activos en diversos programas de financiación para I+D+i, somos líderes a nivel nacional y mundial. Ahora, queremos ir más allá y contribuir a la competitividad nacional respondiendo también al complicado escenario al que se enfrentan los inversores, encontrando una solución combinada que beneficia a todos los actores envueltos”.