Decenas de miles de personas, 75.000 según el Ministerio del Interior y 150.000 según el sindicato CGT, se han manifestado este domingo por toda Francia en contra de la discutida ley de inmigración, a cuatro días de que el Consejo Constitucional anuncie su decisión sobre la validez de la norma.
Un total de 164 marchas estaban convocadas en todo el país para protestar contra lo que los convocantes consideran «un giro peligroso en la historia de nuestra República», según el manifiesto de la convocatoria firmado por 201 figuras de distintos ámbitos de la vida pública.
En París, los asistentes -16.000 según la prefectura de Policía– han marchado entre dos lugares simbólicos, la plaza del Trocadero y el conjunto monumental de Los Inválidos. Entre los participantes había figuras de las artes y de la política, como los máximos responsables del Partido Socialista, Olivier Faure, y del Comunista, Fabien Roussel, entre otros.
El Consejo Constitucional tiene previsto emitir el próximo jueves su decisión sobre la constitucionalidad de la ley, que se aprobó en diciembre pasado con los votos a favor de la extrema derecha de la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen.
Endurecimiento de las prestaciones sociales y del reagrupamiento familiar
La ley, aprobada por las dos cámaras del Parlamento a mediados de diciembre, incluye medidas de inspiración conservadora ya que el Gobierno no tiene mayoría en el legislativo y necesitaba el apoyo de la derecha tradicional.
Entre esas medidas figuran el endurecimiento de las prestaciones sociales, la recuperación de delito de estancia irregular o el endurecimiento del reagrupamiento familiar.
Los partidos de izquierda y ecologista presentaron el 22 de diciembre un recurso ante el Consejo Constitucional, ya que en su opinión hasta 24 artículos de la ley vulneran la Constitución francesa.