El comercio del canal de Panamá sufre por el cambio climático 

Sacyr pagará a Panamá 125 millones de euros por concepto de devolución de los anticipos.
Sacyr pagará a Panamá 125 millones de euros por concepto de devolución de los anticipos.

Los 82 kilómetros de canal son una infraestructura que funciona en su totalidad gracias a las lluvias. Une el océano Pacífico y el Atlántico sin que ambos lleguen a tocarse gracias a un sistema de esclusas. Permite a los barcos ascender y descender mediante una escalera de agua que se alimenta principalmente de los recursos hídricos almacenados en el lago Gatún y en el lago Alajuela. Recursos hídricos existentes gracias a las hasta hace varios años intensas lluvias tropicales de Panamá.

La Autoridad del canal de Panamá (ACP) es consciente de estos datos y las medidas ya han puesto al comercio marítimo en jaque. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el 6% de las mercancías del mundo atraviesan el canal y cada restricción supone un palo para su llegada a puerto.

Sacyr
La reclamación es por los sobrecostes que afrontó en la ampliación del Canal.

Anualmente, unos 14.000 barcos cruzan por el istmo de Panamá. Pero la cifra se está viendo significantemente reducida tras la limitación al número de buques que ha impuesto la ACP: de 38 embarcaciones diarias, a 32.

Una limitación inédita en el canal, que hasta este año solo se había visto obligada a aplicar restricciones en el calado de los barcos. Y la ACP se ha visto obligada a aplicar nuevamente esta restricción. De los 50 pies permitidos se ha pasado a los 44, o lo que es lo mismo, de 15 a 13 metros. Y es que, la limitación diaria no es suficiente, ya que cada barco necesita unos 200 millones de litros de agua dulce para cruzar en función de su tamaño. Algo que actualmente no es posible.

Estas dos medidas se han traducido en el aumento de colas a ambos lados del canal. A día de hoy, hay 125 barcos esperando para cruzar a un lado u otro, cuando en circunstancias normales escasamente rondaría los 90, informa la ACP.

Esperas que, en este momento, rondan los 11 días antes de poder cruzar en dirección norte y nueve días en dirección sur, según los datos del canal. El año pasado, en esta misma época, la espera rondaba los tres días y no llegaba en ningún caso a los cinco días.

Esta demora podría traducirse en precios más altos para los consumidores, principalmente los estadounidenses, ya que por el canal cruzan un 57,5% de las mercancías que se transporta en buques portacontenedores de Asia a la costa este de los Estados Unidos.