Expertos apuntan a la innovación como clave para promover un sector logístico más sostenible

Nos encontramos en una sociedad cada vez más conciencia da en la importancia del cuidado del medio ambiente y en minimizar nuestro impacto ambiental. Teniendo en cuenta este nuevo paradigma, es deber del sector logístico interiorizar estos valores y aportar un impacto real y duradero en lograr una actividad más sostenible. Con ello, la consultora líder en operaciones logísticas, Proequity, recuerda que, para lograr un desarrollo coherente y responsable, implementar nuevas soluciones tecnológicas y prácticas innovadoras que consigan optimizar las operaciones y reducir el impacto ambiental en la cadena de suministro debe estar en entre las prioridades de los nuevos proyectos logísticos.

Un claro ejemplo de algunas de estas medidas es el uso de vehículos eléctricos y de combustibles alternativos, sobre todo en el reparto dentro de las ciudades. Esta es una tendencia cada vez más común en el sector que, además de reducir las emisiones de gases contaminantes, contribuye a la mejora de la calidad del aire y la reducción de la huella de carbono.

Por otro lado, expertos de la consultora apuntan al desarrollo de sistemas de energía renovable y soluciones de almacenamiento inteligente que optimiza el consumo de energía en los almacenes y centros de distribución. En esta línea, la instalación de palcas solares en naves logísticas puede ser una gran manera de fomentar la eficiencia energética de los activos y, con ello, del sector en general.

Al abordar los desafíos ambientales y mejorar la eficiencia operativa, las compañías están reduciendo costos, optimizando recursos y, en definitiva, mejorando la cadena de suministro. A medida que avanzamos hacia una mayor conciencia ambiental y una mayor demanda de eficiencia en el sector, es fundamental que se continúen adoptando y promoviendo soluciones innovadoras y nuevas tecnologías. “La inversión en nuevas tecnologías es crucial para favorecer una cadena de suministro más responsable y sostenible”, explica David Martínez, CEO de Proequity, “además, es deber de las compañías responsables de nuevos proyectos, el estar actualizados y en línea con los valores de eficiencia y sostenibilidad para poder causar un impacto real y positivo en nuestro entorno”, concluye.

 

Certificados de sostenibilidad: una prioridad en los nuevos proyectos inmologísticos  

Rubber stamp over paper background with leaves symbol printed on it. Concept image for eco friendly communication.

Siguiendo con las necesidades del sector por promover una actividad cada vez más respetuosa con el medio ambiente, los certificados que aseguran el nivel de eficiencia y sostenibilidad de un inmueble es otro de los puntos a destacar.

Existen varios ejemplos de certificaciones que garantiza la eficiencia de un edificio, como por ejemplo los certificados LEED (Leadership in Energy & Enviromental Design). Estos consisten en sellos de calidad que se otorgan a los edificios para acreditar su eficiencia en base a  su impacto en el medio ambiente y su capacidad de brindar un entorno saludable para sus ocupantes. Para ello, se evalúan diferentes aspectos, desde la ubicación sostenible del edificio hasta los parámetros que componen la infraestructura. Los certificados LEED se dividen en cuatro niveles de sostenibilidad: LEED Certification, LEED Silver, LEED Gold y LEED Platinum, siendo este último el de mayor puntuación.

Por su parte, el conocido BREEAM® (Building Research Establishment Environmental Assessment Methodology) un método de evaluación y certificación de la sostenibilidad en la construcción, considerado el más avanzado a nivel mundial. Actualmente, todos los edificios en España son certificados exclusivamente a través de este método reconociendo, de esta manera, aquellas construcciones sostenibles en materia de ahorro, salud y ambiental tanto para el entorno como para los integrantes del inmueble.

«Asegurar la eficiencia, seguridad y la sostenibilidad de las naves logísticas trae consigo importantes beneficios para el sector. Además de reducir costes a largo plazo, aumenta el interés de posibles compradores e inquilinos, asegurando una mayor rentabilidad del proyecto.”, declara David Martínez, director general de ProEquity.