El Banco Central Europeo (BCE) ha vuelto a subir un cuarto de punto los tipos de interés para continuar con su estrategia para rebajar la inflación en Europa. Se trata del noveno incremento consecutivo y, con él, la tasa general de tipos pasa del actual 4% al 4,25%, el valor más alto en su serie histórica y un máximo que la institución mantuvo desde junio del año 2000 hasta octubre de 2008.
Así lo ha decidido el Consejo de Gobierno del BCE tras la reunión mantenida este jueves, siguiendo los pasos de la Reserva Federal estadounidense (Fed), que en la víspera retomó la subida de los tipos y los elevó hasta el 5,5%, su máximo en 22 años.
Lagarde ha explicado que «las perspectivas económicas a corto plazo para la zona del euro se han deteriorado debido principalmente a una demanda interna más débil».
«La elevada inflación y unas condiciones de financiación más duras reducen el gasto. Esto lastra especialmente la producción manufacturera, que se retiene por la débil demanda externa», ha añadido la presidenta del BCE.
En consecuencia, el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito aumentarán hasta el 4,25 %, el 4,50 % y el 3,75 %, respectivamente, con efectos a partir del 2 de agosto de 2023.
Asimismo, el Consejo de Gobierno también ha decidido fijar la remuneración de las reservas mínimas en el 0%. «Esta decisión preservará la efectividad de la política monetaria, manteniendo el grado de control actual sobre la orientación de la política monetaria y asegurando la transmisión plena de las decisiones sobre los tipos de interés a los mercados monetarios», recalcan.
Se estima que sigan subiendo los tipos
El objetivo del supervisor no es otro que conseguir contener la inflación, que ha alcanzado un 5,5% en la zona euro, un dato alejado del objetivo del 2%. Como ya avanzó Lagarde a mediados de junio, el BCE irá evaluando los datos «reunión a reunión», pero incrementará los tipos las veces que considere necesarias.
«Las decisiones futuras del Consejo de Gobierno asegurarán que los tipos de interés oficiales del BCE se fijen en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo necesario para lograr que la inflación vuelva a situarse pronto en el objetivo del 2 % a medio plazo», ha señalado en una nota remitida a los medios.
En este sentido, ha señalado que la evolución desde la última reunión respalda la expectativa de que la inflación «continuará descendiendo durante el resto del año», pero se mantendrá por encima del objetivo durante un período prolongado.
FMI considera que «No es momento» de relajar la política monetaria
Como en otras ocasiones, la decisión repercutirá en las condiciones de financiación, que se han ido endureciendo de forma paralela a los incrementos llevados a cabo por la institución. El euríbor, por su parte, ha ido subiendo y cerró por encima del 4% en junio, lo que ha encarecido las cuotas de hipotecas variables en más de 250 euros mensuales. De hecho, algunos expertos creen que este indicador podría seguir subiendo si los tipos siguen al alza en julio y los próximos meses, lo que tendría efectos directos en la economía de las familias.
En este contexto, y tras las subidas consecutivas del BCE y la Fed, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha defendido esta semana que aún «no es momento» de que ambos supervisores relajen la política monetaria porque la tasa inflacionaria está todavía lejos del 2%. Esto no implica llevar a cabo fuertes incrementos, según la institución, que considera adecuadas unas subidas «más modestas» mientras la inflación no repunte.
El responsable de Investigación del FMI ha admitido que los tipos de interés deben permanecer «altos» durante un tiempo, «comprimiendo la actividad algo, aunque esperemos que no demasiado», porque el objetivo no es dañar a la economía, sino devolver a la inflación a la senda del objetivo del 2%.