Durante los últimos años, las áreas logísticas de las compañías han experimentado un sensible crecimiento en su actividad provocado, en gran medida por el crecimiento de la actividad económica y del e-commerce. A raíz de este crecimiento, es imperativo de negocio para las compañías, mantener una operativa digitalizada y modernizada para asegurar la correcta ejecución de su cadena de suministro.
En este contexto, el equipo de expertos del área ‘Operations’ de la multinacional tecnológica Stratesys, ha compartido algunas de las principales tendencias que marcarán la evolución tecnológica en el ámbito del área logística y la cadena de suministro durante los próximos meses:
Cadena de suministro global: A pesar de la mejora experimentada en el mercado, seguimos en un entorno con muchas incertidumbres, tensiones geopolíticas, situación económica delicada y cuellos de botella, que hacen que la cadena pueda ser ineficiente o impredecible. Además, el aumento de coste de las materias primas, la falta de mano de obra cualificada y de componentes electrónicos, serán retos prioritarios en la cadena de suministro global. Por otro lado, las autoridades están enfriando el consumo e incrementando agresivamente los tipos de interés. Todo ello genera un impacto que se refleja en algunos indicadores, como puede ser, el de volúmenes globales de contenedores.
Cadena de suministro digital: Para hacer el área logística más eficiente, se está acelerando la inversión en tecnología, plataformas cloud y una mayor integración entre todos los actores de la cadena de suministro. Con ello, se van a realizar grandes inversiones en integración de plataformas, para mejorar la visibilidad de principio a fin de la cadena de suministro, ya que aportan grandes ventajas para la toma de decisiones con información en tiempo real.
Control y contención de costes: Estamos en un escenario de elevados valores de inflación, con subidas importantes de precio de las materias primas, generando un impacto en los costes de empresas y operadores, que es difícil trasladar a los consumidores. Para contrarrestar esta subida de precio, las empresas deberán revisar las estrategias de control de costes, frente al crecimiento de ventas de otros ejercicios. En particular, los importes de transporte están en el punto de mira, obligando a las empresas a buscar fuentes de suministro más cercanas para abaratar costes. La correcta gestión del stock, la definición de nuevas estrategias para la determinación de los niveles óptimos y la identificación de nuevos proveedores que permitan reducir los niveles de inventario y de stocks muertos, son algunas de las soluciones a tener en cuenta. Además, las estrategias de reshoring de productos, que reducen los plazos de entrega y costes de productos, están en el punto de mira de los departamentos de compras a la hora de reducir costes en la cadena de suministro.
Gestión de la última milla: El consumidor es cada vez más exigente. Estos tienden a penalizar a las empresas que no cumplan los compromisos en sus entregas, valorando cada vez más la inmediatez del proceso de compra. Para hacer frente a este hábito de consumo sin comprometer la rentabilidad, se promueven los puntos de recogida, cambios en los procesos de las devoluciones, aumento de los plazos de entrega, o el pago de primas adicionales para entregas urgentes. Además, la inversión para mejorar la productividad y visibilidad de la trazabilidad de la última milla será prioritaria para el sector.
Sostenibilidad de la cadena de suministro: La sostenibilidad ha llegado para quedarse, y está aumentado mucho la presión regulatoria sobre las empresas. Los consumidores empiezan a tomar algunas decisiones en función de la sostenibilidad de los productos que contratan. Además, muchas empresas tienen que informar sobre ratios de sostenibilidad a sus accionistas y a las administraciones. Todo ello hace que las compañías logísticas deban potenciar un servicio sostenible a largo plazo.
La inteligencia artificial y el machine learning: Son tecnologías emergentes, sencillas de implementar, que potencian el ahorro, aceleran los procesos internos, la toma eficiente de decisiones, y automatizan algunas funciones de procesos logísticos de poco valor añadido. Gracias a estas funciones, se permite reducir el coste del proceso y los niveles de inventario, reduciendo el riesgo de las operaciones comerciales y aumentando su rentabilidad.
Analítica avanzada: Vivimos en el mundo de los datos. Cada vez son más importantes para la toma de decisiones estratégicas y operativas. El análisis e interpretación de estos datos con modelos estadísticos permiten hacer pronósticos más eficientes de la demanda. Estas soluciones pueden ayudarnos a identificar oportunidades y riesgos, sobre los que nos podemos anticipar. Además, ayudan a mejorar la capacidad productiva, reduciendo las paradas no planificadas de máquinas o las roturas de los stocks.
Resiliencia de la cadena de suministro: La cadena de suministro tiene que ser capaz de mitigar y limitar el impacto de las posibles disrupciones que se producen. Los tres últimos años hemos tenido infinidad de situaciones que han puesto a prueba la resiliencia que han supuesto disrupciones masivas en la cadena. Como iniciativas para mejorar este punto, encontramos soluciones de planificación digital y colaborativa con clientes y proveedores, en tiempo real, que permita una toma de decisiones más efectiva.
Ciberseguridad: La integración global de la cadena de suministro, la incorporación de dispositivos móviles en los procesos empresariales, el IoT y otros elementos, generan nuevas vulnerabilidades y brechas de seguridad que comprometen la cadena de suministro. Los ciberataques al supply chain es uno de los principales objetivos de los hackers, los cuales han generado bastantes perjuicios económicos y de imagen ante el mercado. Para evitarlo, hay previsión de realizar importantes inversiones en hardware, software, migraciones a la nube, y estrategias de confianza cero para reducir el riesgo de ataques. Prueba de la importancia de este punto, es la incorporación en las organizaciones de la figura nueva figura del CISO, para dar cobertura a estos retos.
Sourcing estratégico: El modelo de sourcing está cambiando en la mayoría de las organizaciones, con la aparición de nuevas oportunidades y obligaciones: La diversificación de proveedores, la reflexión sobre la conveniencia de seguir trabajando con proveedores de determinadas geografías, el análisis de proveedores basado en riesgo y cumplimiento, trabajar en productos innovadores de forma conjunta, y el exigente cumplimiento de los requisitos de responsabilidad social y medioambiental.
“Durante los últimos años se ha puesto de manifiesto la importancia del sector logístico y de la cadena de suministro. Con ello, las compañías deben invertir en nuevas herramientas y soluciones con el objetivo de impulsar la digitalización y la eficiencia del área logística y asegurar su correcto funcionamiento”, explica Rafael San Román, socio-director de Stratesys.
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