Durante los últimos meses, las compañías han notado una necesidad cada vez más imperiosa de conseguir mejores precios y crear cadenas de suministro más ágiles, cambiando así el modelo comercial tradicional. Y es que, a raíz de la interrupción de las cadenas de suministro provocadas por la pandemia y las tendencias inflacionistas ocasionadas por la guerra de Ucrania, el sector de las compras se ha visto obligado a volverse más ágil y resistente, además de buscar reducción de riesgos.
Todo ello ha llevado a la creación de nuevas soluciones que cada vez están más presentes dentro de las empresas y departamentos de ventas. En esta línea, la multinacional tecnológica Stratesys, hub digital entre Europa y América, ha definido las principales tendencias para el área de compras de cara al próximo año:
- Primarán las decisiones basadas en datos y no en la intuición. De esta forma, se hace visible la necesidad de implantar herramientas de análisis de gastos a través de business intelligence y big data con el objetivo de saber qué datos son relevantes para una visión integrada de la empresa y anticipar tendencias.
- Búsqueda de experiencias similares al comercio electrónico, es decir, omnicanales, mediante soluciones tácticas de compra por catálogo y compra guiada. Esta experiencia, debe ir basada en normas y políticas que agilizan y automatizan la emisión del pedido, evitando así la intervención del comprador en procesos que no aportan valor.
- Aplicaciones de atención al cliente centradas en la experiencia de usuario que proporcionen un nivel de asistencia y movilidad completos. Esta herramienta siempre debe funcionar a través de sistemas intuitivos, facilitando así su uso.
- Aplicar modelos de inteligencia artificial (AI) y machine learning a toda la cadena de suministro (logística de aprovisionamiento, logística de producción, logística de distribución y logística inversa). La AI será clave en la diferenciación competitiva gracias a la optimización y anticipación que ofrece.
- Invertir en talento humano y en su formación específica dentro del área de ventas, buscando competencias básicas como el conocimiento del mercado, la visión estratégica del negocio, el trabajo colaborativo y en equipo.
Según expertos, todas estas tendencias basadas en la innovación y el desarrollo pueden hacer que una compañía adquiera relevantes ventajas competitivas. De esta forma, fomentamos su crecimiento y diferenciación entre la competencia, además de optimizar procesos, aportando una mayor eficiencia, mejores precios y en definitiva, mayor calidad. A ello se añade la reducción de riesgos y, sobre todo, la posibilidad de tomar decisiones más estratégicas que beneficien al negocio.