La previsión para la economía europea empeora. A la revisión a la baja de la OCDE este lunes se han unido los malos pronósticos de la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, quien ha advertido de que la inflación seguirá al alza y el crecimiento a la baja durante más tiempo de lo esperado en la zona euro.
«La situación empeorará antes de que empiece a mejorar», ha dicho Lagarde en una comparecencia en el Parlamento Europeo, donde ha confirmado que los precios seguirán por encima 2 % en 2024 impulsados por la energía y los alimentos.
Las últimas proyecciones del BCE apuntan a que la inflación anual cerrará 2022 en el 8,1 % y bajará al 5,5 % el año próximo y al 2,3 % en 2024. Sin embargo, la presidenta del BCE ha señalado que los riesgos para esta perspectiva son al alza y reflejan «sobre todo la posibilidad de mayores perturbaciones en los suministros de energía«. «Aunque estos factores de riesgo son los mismos para el crecimiento, su efecto sería opuesto: aumentarían la inflación, pero reducirían el crecimiento», ha dicho la exministra francesa.
El BCE, ha recordado, prevé una ralentización «sustancial» del crecimiento en la eurozona en los próximos trimestres debido a la inflación, la pérdida del impulso que supuso la reapertura de la economía, la debilidad de la demanda global «también en el contexto de una política monetaria más dura en muchas grandes economías», así como la «alta incertidumbre». La institución espera un crecimiento del PIB de la eurozona del 3,1 % en 2022, pero solo del 0,9 % en 2023, para remontar después al 1,9 % en 2024.
A esto habría que suma la depreciación del euro, que a su juicio «ha contribuido al aumento de las presiones inflacionistas» en la eurozona. Este mismo lunes el euro tocó un nuevo mínimo y llegó a cambiarse a 0,9551 dólares.
Avanza nuevas subidas de tipos
Ante este panorama, la presidenta ha dicho que será necesario seguir subiendo los tipos de interés para intentar equilibrar la situación económica. El objetivo es «enfriar la demanda» y evitar el riesgo de una subida persistente de las expectativas de inflación, ha dicho Lagarde, quien después ha asegurado que sus decisiones dependerán de los datos que vayan recibiendo y la evolución de la perspectiva de inflación.
De producirse, se trataría de la tercera subida de tipos en apenas tres meses tras haberlos incrementado en 50 puntos básicos en julio y en 75 puntos básicos este mes, hasta el 1,25 % tras haber estado en mínimos históricos durante años.
Lagarde ha llamado asimismo a los Gobiernos a apoyar su política monetaria con medidas fiscales, pero ha insistido en que estas deben ser «temporales» y «específicamente diseñadas para ayudar a los que están necesitados» y no ayudas generalizadas que puedan aumentar la inflación. «Las medidas que son amplias y generalizadas sin distinción entre los beneficiarios (…) pueden producir una subida de precios que funcionara contra la política monetaria que desarrollamos», ha advertido.