Cientos de estudiantes Erasmus
«Cuando ven que el teléfono es español o extranjero, no lo cogen», sostiene Francisco Peñalver, estudiante Erasmus en Roma. Es el prefijo, sospecha que ahuyenta a las inmobiliarias en Roma. «No sé si los españoles tenemos fama de malos inquilinos».
Cuenta que en su grupo de WhatsApp son unos 120 Erasmus y nadie encuentra alquiler tras varios días de búsqueda en la capital italiana.
«Nada más entrar por la puerta te dicen que imposible», asegura Santiago Corral, estudiante Erasmus sin casa en la capital italiana.
«Ni llorando en 25 inmobiliarias, te hacen caso, te dicen que no hay nada para alquiler, nada para estudiantes», señala María Pichel, que se encuentra en la misma situación.
Prueban suerte una vez aterrizan porque ya llevan meses intentándolo por internet desde España. «O eran estafas o no había o era carísimo», prosigue Corral. «Es tener suerte y que alguien te conteste y no te time», añade Pichel.
Estafas a estudiantes
«Ante la desesperación de buscar en todas las páginas conseguimos que una chica nos contestara», cuenta Adriana García, víctima de un timo.
Asegura que le estafaron 1880 euros por un mes de alquiler más el depósito, después de ofrecerle una supuesta rebaja de hasta 850 euros si pagaba cinco meses por adelantado.
«Nos mandó el contrato, lo firmamos y estamos a día 20 de septiembre y volamos el día 22 y no tenemos piso y no tenemos nada. La gente está durmiendo en las estaciones», explica. Esa desesperación se convierte en el caldo de cultivo ideal para las estafas como la que sufrió Adriana.
Con sus experiencias alertan a los Erasmus que faltan por llegar, aunque los que ya están allí, empiezan a plantearse hacer las maletas y volver a casa.