Truss limita las facturas eléctricas de los británicos a 2.500 libras anuales hasta 2024 para paliar la crisis

La primera ministra británica, Liz Truss, ha anunciado este jueves en el Parlamento un plan para hacer frente a la crisis energética del Reino Unido, que incluye congelar la factura media de los hogares en 2.500 libras (2.872 euros al año) desde el 1 de octubre y durante dos años, hasta 2024. Esto ahorrará a una familia media británica unas 1.000 libras al año (1.149 euros).

El tope a las facturas incluye suspensión temporal de las «tasas verdes» y se suma a un sistema, ya anunciado anteriormente, de ayudas de 400 libras (456 euros) a todas las familias a partir de octubre.

También habrá ayudas a los negocios, pero solo durante seis meses, que podrían extenderse para los más vulnerables, como la hostelería.

Además, se pondrá en marcha un fondo para ayudar a quienes obtienen su energía por otros medios, como generadores por combustible o sistemas colectivos de producción.

El plan, dotado con 100.000 millones de libras (114.000 millones de euros) que el Estado va a obtener mediante deuda, está diseñado para paliar los daños causados a la economía británica por la guerra de Ucrania.

«Actuamos de manera decisiva»

La primera ministra espera que el plan recorte la inflación (actualmente en el 10,1 %) en cinco puntos. El coste de la vida en el Reino Unido, que ha provocado ya protestas y huelgas en diversos sectores, ha aumentado como consecuencia del alza de los precios de la energía, que estaba previsto que aumentaran un 80 % a partir de octubre.

Truss prometió hacer frente a su principal reto, la crisis energética y su repercusión en los hogares, en su primera semana en Downing Street.

«Hoy estamos actuando de manera decisiva«, ha declarado en la Cámara de los Comunes. «Este es el momento de ser valientes. Afrontamos una crisis de energía global y no existen opciones que no tengan un coste», ha añadido.

Fin de la moratoria al fracking

Truss ha anunciado también una política para asegurar la seguridad energética del Reino Unido a largo plazo. Para ello, se acelerará la transición a las renovables mientras al mismo tiempo se invierte en energía nuclear y se levanta la moratoria en el fracking. También se potenciará la producción local de hidrocarburos en el Mar del Norte.

El objetivo, según Truss, es que el Reino Unido sea un «exportador neto de energía para 2040″.

Las empresas suministradoras de energía también podrán acceder a un fondo de liquidez dotado con 40.000 millones de libras, pero como último recurso y de manera condicionada, según ha puntualizado el Ministeri de Finanzas.

La oposición considera el plan insuficiente

Keir Starmer, líder de la oposición laborista, ha dado la bienvenida al plan pero ha asegurado que es insuficiente porque con el límite propuesto por Truss las familias todavía pagarán más de lo que pagaban hasta ahora. 

«Estamos en medio de una emergencia nacional, la gente está asustada, no sabe si va a poder poner la calefacción este invierno – ha comenzado Starmer – Por eso los laboristas pedimos hace tiempo un tope a las facturas». «Pero con nuestro plan, las familias no tendrían que gastar ni un penique más en sus facturas, mientras que con este el precio de las facturas va a subir», ha añadido.

Starmer también se ha preguntado «quién va a pagar» las ayudas estatales, y ha recordado que las compañías energéticas están obteniendo miles de millones de libras en «beneficios caídos del cielo» gracias a la crisis. Sin un impuesto a estos beneficios, ha concluido el líder laborista, «la factura la pagarán los trabajadores«.

Truss se opone a introducir este o cualquier otro impuesto, y de hecho su programa económico se basa en una rebaja general y masiva de tributos.