China anunció este viernes ocho medidas en protesta por el viaje el miércoles de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, a Taiwán, entre ellas la suspensión de la cooperación en materias como la judicial, la de cambio climático y en algunos mecanismos de seguridad.
Se suspenden la cooperación en la repatriación de inmigrantes ilegales, en la asistencia judicial penal, en el control de drogas, en la lucha contra los delitos transnacionales y las conversaciones sobre la lucha contra el cambio climático de los dos países.
Asimismo, la Cancillería china informó de la cancelación de las llamadas telefónicas entre los líderes de comandos militares y de las reuniones de trabajo entre las carteras de Defensa de ambas potencias y las del Mecanismo de Consulta de Seguridad Marítima Militar.
Estas cancelaciones suponen que deja de existir un mecanismo de confianza entre las fuerzas armadas de ambas superpotencias en un momento en el que las cotas de tensión en el Estrecho de Taiwán se encuentran en un nivel no visto desde los años 90.
El Ministerio de Exteriores chino también ha anunciado sanciones contra Pelosi y sus familiares directos por «hacer caso omiso de la preocupación y la firme oposición» de China a su viaje a Taiwán y por «socavar la soberanía y la integridad territorial» del país asiático.
La cartera no ha proporcionado detalles específicos sobre las sanciones, pero ha acusado a Pelosi, quien este miércoles visitó Taiwán pese a las protestas de Pekín, de «interferir en los asuntos internos de China» y «amenazar la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán».
Pelosi dice que «no busca cambiar el ‘statu quo'» en la región
En su visita a Japón, última estancia de su gira asiática, Pelosi ha asegurado que su delegación «no busca cambiar el ‘statu quo’ de Asia o Taiwán» sino «mostrar respeto a los países visitados» y «tener paz en el estrecho de Taiwán».
«Los chinos están intentando aislar a Taiwán», ha declarado la portavoz del Congreso estadounidense, «pero no aislarán a Taiwán impidiéndonos viajar allí», ha añadido, y ha llamado a seguir visitando la isla y establecer relaciones con ella.
La semana pasada, cuando la visita de Pelosi era solo una posibilidad avanzada por medios estadounidenses, el presidente de China, Xi Jinping, y su homólogo estadounidense, Joe Biden, mantuvieron una llamada telefónica en la que Xi pidió a Biden que «no jugase con fuego» con respecto a Taiwán.
Además, el Ejército Popular de Liberación (EPL, Ejército chino) continúa con las maniobras militares que inició el jueves y hasta el próximo domingo con fuego real alrededor de Taiwán. Según ha denunciado el Gobierno de Taipei, buques y aviones de guerra chinos han cruzado este viernes la línea media del Estrecho de Taiwán, lo que el Ministerio de Defensa de la isla ha calificado de «fuerte provocación».
Esta línea imaginaria en el estrecho funciona como una frontera no oficial pero tácitamente respetada por China y Taiwán durante las últimas décadas.
La Casa Blanca convoca al embajador chino
Mientras, la Casa Blanca ha convocado al embajador de China en Washington, Qin Gang, para condenar las medidas «de provocación» tomadas por Pekín contra Taiwán y reiterar que Estados Unidos no quiere una crisis en la región, según informes de prensa.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, aseguró en una declaración publicada por The Washington Post que la convocatoria del diplomático se produjo después de que las autoridades chinas hubieran comenzado sus maniobras con fuego real en torno a Taiwán
“Tras las acciones de China durante la noche, convocamos al embajador Qin Gang a la Casa Blanca para protestar por las acciones de provocación de la República Popular China”, dijo Kirby, que consideró «irresponsables» las «acciones militares» de la República Popular China.
El portavoz aseguró que para la Casa Blanca, la respuesta de China a la visita de Pelosi a Taiwán, una isla que Pekín considera una provincia rebelde, es «irresponsable y contraria» a su objetivo de «mantener la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán”.
La Casa Blanca también ha reiterado al embajador Qin que su política de reconocimiento de «una sola China» sigue inamovible, así como su intención de mantener abiertas todas las líneas diplomáticas de comunicación.
Ejercicios con fuego real
En el marco de las maniobras militares chinas, que se están desarrollan por mar y aire, Japón denunció que cinco misiles balísticos disparados por Pekín cayeron en aguas de su zona económica exclusiva, algo que no había ocurrido hasta ahora.
Los ejercicios militares, que han incluido fuego real y el lanzamiento de misiles de largo alcance, fueron calificados este viernes por la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, como «un acto irresponsable». Pekín reclama la soberanía sobre la isla y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.
La isla es además uno de los mayores motivos de conflicto entre China y Estados Unidos, debido sobre todo a que Washington es el principal suministrador de armas de Taiwán y sería su mayor aliado militar en caso de conflicto bélico con China.