El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que el Gobierno pondrá en marcha un impuesto excepcional durante 2023 y 2024 sobre los beneficios extraordinarios de las grandes empresas energéticas y otro a la banca con los que espera recaudar un total de 7.000 millones de euros.
Sánchez ha anunciado estas y otras medidas para combatir la inflación, que es “el gran reto que tiene hoy España”, durante el debate sobre el estado de la nación, en el que se ha comprometido a «dejarse la piel» e «ir a por todas para proteger a la clase media y trabajadora» de España.
«Se habla a menudo de beneficios caídos del cielo. No hay tales, los sobrebeneficios no caen del cielo, salen del bolsillo de los consumidores que pagan los recibos», ha sentenciado el jefe del Ejecutivo, quien ha dejado claro que «este Gobierno no va a permitir que el sufrimiento de muchos sea el beneficio de unos pocos».
En concreto, Sánchez ha explicado que el impuesto a las energéticas permitirá recaudar
El presidente del Gobierno ha dicho que es «plenamente consciente de las dificultades cotidianas de la mayoría de la gente» en España, los «grandes sacrificios personales y económicos» que está haciendo la ciudadanía a raíz de la pandemia y de la crisis por la guerra de Ucrania: «Comprendo su angustia, la frustración y el enfado de todos, porque es el mío, y me hago cargo del estado de ánimo de la gente».
Así, ha enumerado una serie de medidas que, aparte del impuesto a las energéticas y a la banca, incluirá la gratuidad de todos los billetes multiviajes de Renfe desde el 1 de septiembre hasta el 31 de diciembre de este año, entre otros. También, una beca complementaria de 100 euros mensuales para todos los estudiantes mayores de 16 años que ya disfrutan de una beca.
Sánchez ha destacado que la previsión es que el año termine con una inflación media del 6,5%, pero ha reconocido que no se puede “descartar nada” porque “el precio a pagar contra el autoritarismo” del presidente ruso, Vladímir Putin, es “la incertidumbre económica para los ciudadanos y la inflación”. Así, no descarta que, si Putin decide cortar el gas a Europa como «otra arma de guerra», «impactaría de lleno a toda la zona euro». “Nadie puede predecir con seguridad el futuro pero no tenemos que limitarnos a esperarlo”, ha incidido. En este sentido, ha dicho que España está «mejor preparada» ante la incertidumbre.
A lo largo de su discurso, el jefe del Ejecutivo ha ido intercalando duras críticas contra el PP, partido al que no ha mencionado directamente y cuyo líder, Alberto Núñez Feijóo, ha estado presente en el debate, pero no participará por no ser diputado (en su lugar interviene la portavoz ‘popular’, Cuca Gamarra).
Advierte contra las «soluciones engañosas» que proponen otros partidos
Sánchez ha analizado las causas de la elevada inflación, que ha alcanzado el 10,2% en junio, y ha vuelto a responsabilizar a la pandemia y a los efectos económicos de la guerra en Ucrania de la misma. La inflación, ha incidido, «no es un mal endémico de España» sino que afecta a las principales economías desarrolladas.
Pero ha advertido a la ciudadanía contra el “diagnóstico del curandero”, en referencia a los partidos que culpan al Gobierno de los elevados precios (como el PP o Vox). Ha dejado claro que «el Gobierno está dispuesto a asumir toda la responsabilidad», pero ha rechazado aplicar “soluciones engañosas” o “injustas” como una bajada masiva de impuestos (que propone el PP).
Porque, si bien ha dicho que no va a «disimular los riesgos» que existen ni «adornar la situación», tampoco se entregará a «un catastrofismo sin base» que plantean los principales partidos de la oposición: “Invito a desconfiar de quienes ofrecen falsos remedios a enfermedades reales”.
Marca distancias con la gestión del PP: «Fomentaron desigualdad»
Sánchez ha asegurado que su Ejecutivo «no hará como hicieron los gobiernos conservadores en anteriores crisis», en una referencia clara al PP: «Ser débil con los fuertes y fuerte con los débiles». Porque, «en medio de las peores turbulencias» que existen, la «clara» prioridad del Ejecutivo será gobernar guiándose por «el interés general» y «para la mayoría social». Así, ha prometido que, si es «preciso elegir», el Gobierno estará «del lado de quienes más necesitan el auxilio de los poderes públicos», aunque hacerlo «incomode» a los «más poderosos». Sánchez ha señalado que esta premisa ha quedado acreditada con la puesta en marcha del ingreso mínimo vital o los ERTE en el pasado.
En este sentido, ha animado a la ciudadanía a «preguntarse qué sucedería» si gobernaran el país quienes «en otras crisis como la financiera, nunca apostaron por los ERTES y sí por el despido libre», o «debilitaron el Estado del Bienestar abriendo las puertas a la privatización», quienes «fomentaron la desigualdad y cargaron todos los sacrificios sobre los más débiles y los más indefensos». Gobiernos, ha proseguido, que «consintieron extremos insólitos de corrupción y de inmoralidad» y «comportamientos ilícitos entre los máximos responsables políticos de las fuerzas armadas y de seguridad»: «No son historias del pasado, son enseñanzas del pasado reciente que ilustran las disyuntivas del presente».
Por otra parte, Sánchez se ha comprometido a defender “la democracia y las conquistas civiles y sociales” como la ley Trans, la nueva ley del Aborto y la de Memoria Democrática. Y es que España, ha dicho, no es “inmune” a la amenaza de regresión, como ha ocurrido, ha señalado, en Estados Unidos con el derecho al aborto. En este sentido, ha recordado que muchas de esas conquistas están recurridas ante el Tribunal Constitucional “por quienes siempre han votado en contra” de los avances (en una referencia velada al PP). “¿Por qué no retiran sus recursos?”, se ha preguntado.
Tiende la mano a la “derecha democrática” para combatir la crisis
Pero también ha preguntado “por qué” el Partido Popular “bloquea la renovación” del Tribunal Constitucional o del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Y es que este lunes, la reunión entre el Ejecutivo y los ‘populares’ sobre esta cuestión fracasó tras el rechazo del Gobierno a aceptar las condiciones del PP. “¿A qué intereses obedecen?”, se ha preguntado, y se ha respondido: “No aceptan el veredicto de las urnas y tratan de revocar conquistas sin que los ciudadanos lo hayan decidido con su voto”.
Aún así, el jefe del Ejecutivo ha tendido su mano a la “derecha democrática” para alcanzar acuerdos “acerca de la respuesta colectiva” a los efectos de la guerra y superar la inflación, así como «superar cuanto antes la anomalía que mantiene en una situación irregular a nuestras principales instituciones constitucionales», en referencia una vez más a organismos como el CGPJ. Pero ha puesto una condición para estudiar e integrar sus propuestas: «Que sean realistas y factibles».
Ha asegurado que, durante la pandemia y ahora con la guerra el Gobierno “ha trabajado por lograr la mayor unidad posible”, y ha recordado que, hace varios meses, propuso a la oposición alcanzar “11 consensos básicos para el correcto funcionamiento de nuestra democracia”, entre los cuales está la reforma del artículo 49 de la Constitución, acordar una Política de Seguridad y Defensa común, “no hablar mal de España fuera”, consensuar una Política Energética Verde o aprobar conjuntamente medidas para paliar la crisis: “Aún no he recibido respuesta”.
Por último, Sánchez ha trasladado a los ciudadanos «la convicción» de que el país superará esta crisis «igual que otras mucho peores». «Ni este Gobierno ni Gobierno alguno sobre la Tierra puede lograr que se reduzca de un plumazo esta elevada inflación. Nadie puede por sí solo», ha advertido. Pero ha asegurado que el Gobierno hará «todo y más» para contenerla, para «paliar sus efectos sobre los más vulnerables» y para que prosiga la senda de crecimiento y de creación de empleo.