Los aspirantes a las plazas públicas, que dedican largos meses de estudio y formación, podrán mejorar sus resultados al tomar en consideración estas recomendaciones.
La preparación a las oposiciones es comparables con una carrera de fondo. Los aspirantes, que dedican meses y dinero a su proceso de preparación, se centran principalmente en la adquisición de conocimientos, dejando de lado otros aspectos que podrán aumentar sus posibilidades de acceder a una de las anheladas plazas de empleo público. Por ejemplo, no basta con sentarse a estudiar, sino hacerlo en un espacio habilitado para mantener la concentración.
Las opciones más comunes son las de estudiar en casa o en una biblioteca pública. Para cualquiera de los espacios será necesario encontrar un espacio donde el aspirante se sienta cómodo, cuente con unas condiciones de silencio que favorezcan a su concentración y que evite aspectos distractores de su entorno (móvil, videojuegos, movimiento constante de personas, etc.). Una de las candidatas a las plazas de la Administración indica que “voy de lunes a sábado a la misma biblioteca y tengo un espacio que uso casi a diario. Cuando veo que hay otra persona en él, ya me cuesta más concentrarme en mis estudios”.
Otro aspecto fundamental será la organización. Una de las fórmulas para estudiar todo el temario completo, con unos plazos adecuados para su repaso, es establecer plazos fijos para cada uno de los temas. Esto evitará que se alargue la fase de estudio inicial y ayude a contar con el tiempo necesario para la realización de otras actividades formativas como la realización y corrección de simulacros, repaso de los apuntes, y la opción de volver a las asignaturas en las que existan más dudas o confusión.
Al momento de establecer tiempos hay que ser realistas y comprender que el proceso de aprendizaje debe ser gradual. Es decir, durante los primeros meses es recomendable dar los primeros pasos con una media jornada de estudio, aumentando el número de horas de forma progresiva. En este punto es importante recordar los descansos y el contar con, al menos, un día y medio de desconexión que permita despejar la mente, hacer ejercicio y recargar las energías para la jornada de la próxima semana.
Métodos de estudio
Ante el volumen de contenido a memorizar, los expertos suelen recomendar un modelo de estudio basado en cuatro pasos: la lectura del contenido, teniendo el primer contacto con la asignatura y los temas que aborda; el subrayado, donde se destacan las ideas más importantes a tener en consideración; el resumen, que permitirá no sólo extraer aquellos aspectos clave, sino fomentar la memorización en el proceso de transcripción; y esquemas, donde se da una visión más completa al temario y permitirá unir conceptos de diversas asignaturas.
Es importante que los aspirantes busquen entender e interiorizar la información antes de aprenderla textualmente. La memorización textual solo llevará al agotamiento y aumenta las posibilidades de confusión, mientras que el entendimiento de la información hará que tenga un manejo más general y más herramientas para afrontar las pruebas de selección de la Administración Pública.
Pensar positivo
La mente humana es muy curiosa, suele dar mucha credibilidad a lo negativo y muy poca a lo positivo. Un rumor negativo sobre las oposiciones puede hundir la motivación y, por ende, alejará al aspirante de su máximo rendimiento. Lamentablemente, un rumor positivo no suele hacer que el candidato estudie el doble. En este sentido, hay que estar en todo momento con una actitud positiva y evitando que factores externos alteren esa línea de pensamiento.