La ruina de ser celiaco: les cuesta al año unos 845 euros de gasto extra

La crisis actual y la inflación han disparado de forma vertiginosa el precio de la cesta de la compra.

Los bolsillos de los españoles se resienten, pero si para alguien está siendo todavía más demoledor este aumento es para las personas celiacas, para quienes ya era todo mucho más caro.

En 2022 el precio de todos los productos sin gluten se ha disparado. De media, les cuesta al año unos 850 euros de gasto extra.

Llevan años sufriendo, y denuncian que para ellos la visita al supermercado se compone de “horas ahí, mirando” cada producto, analizando sus ingredientes y sus precios.

“Es brutal, los precios son mucho más caros”

Una barra de pan sin gluten cuesta cuatro veces más. Si es tostado el coste se multiplica por siete. Por cinco el de una galleta de chocolate.

“Es brutal. Son mucho más caros”, denuncian. Este 2022, por la cesta de la compra pagan exactamente 845,20 euros más, de media, y temen que la inercia continúe.

“El arroz y el maíz, que es prácticamente con lo que están hechos casi todos los productos, es mucho más caro que el trigo”, explica Marisa Arias, de ‘Zerogluten’.

La crisis global, además, suma: “Está el tema de la guerra y todo esto… Los productos derivados del trigo sarraceno, que sí ha subido el precio…”, lamentan.

Los alimentos sin gluten evolucionan, pero el precio sigue disparado.

“Estos productos tienen un IVA 10. Yo creo que debería ser un IVA 4”, subraya Arias.

Y para esta enfermedad, que afecta al 1% de la población, “el medicamento de las personas celiacas es tomar alimento sin gluten”, –como explica Mireia Apraiz, de Celíacos Euskadi EZE–, y no hay otro tratamiento.

Del lado del trabajador, las demandas también cambian: el teletrabajo y la conciliación se han convertido en una exigencia para muchos empleados y, además, los profesionales ponen cada vez más en valor trabajar para empresas que ofrezcan un trato responsable y humano con su entorno y con las personas, y que les ofrezcan flexibilidad para no comprometer su calidad de vida. Incentivar la motivación es otro punto clave para los empleados, una vía que les permite alcanzar un nivel de compromiso e implicación mayor.