La ministra de Economía y vicepresidenta primera, Nadia Calviño, ha explicado el proyecto este martes en el Consejo de Ministros, indicando que «es el más ambicioso de todos». Está dirigido a los semiconductores, que «son esenciales para la transformación digital», ha señalado.
Su objetivo es desarrollar las capacidades de diseño y producción de la industria de la microelectrónica y semiconductores en España y favorecer la autonomía estratégica nacional y de la Unión Europea en este sector. Además, articulará actuaciones en todos los eslabones de la cadena de valor, desde el diseño a la fabricación.
«Tiene una orientación a largo plazo» y «una orientación técnica», ha explicado Calviño, con una potenciación de la colaboración público-privada y alineada con la estrategia europea de microchips. Esta medida ya la anunció el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el 4 de abril.
Atraer grandes inversiones y fomentar colaboración público-privada
Tal y como ha expresado este martes Pedro Sánchez, la medida tiene el objetivo de «crear un ecosistema sólido para el futuro de la computación en Europa y atraer grandes inversiones en semiconductores».
Así, tomando la base de los activos estratégicos en los que España está mejor posicionada, se desplegarán medidas en torno a cuatro ejes para reforzar las capacidades de I+D+i (investigación, desarrollo e innovación), el diseño de chips, la construcción de plantas de fabricación de semiconductores y la dinamización de la industria electrónica y de tecnologías de la información (TIC) en España. Asimismo, se apoyará la participación de empresas españolas en los proyectos estratégicos desarrollados a nivel europeo (IPCEIs).
Esta visión integral ejercerá un efecto multiplicador para el conjunto de la economía española, según apunta el Gobierno.
Además, desplegará mecanismos de colaboración público-privada para promover las inversiones necesarias, y se desarrollará de forma coordinada entre las administraciones públicas, la industria, las universidades y los centros de investigación.
«Yo creo que el PERTE chip es, probablemente, el mejor ejemplo del impacto transformador del Plan de Recuperación» ha indicado Calviño, «y queremos que España tenga un papel relevante en el ámbito tecnológico».
Así, la ministra ha instado a transformar de los sectores tractores de la economía española apoyándose en el Plan de Recuperación: «Tenemos la financiación para hacerla realidad y, desde el Gobierno, tenemos la determinación de aprovecharla», ha señalado.
Un Fondo de chips para financiar startups
Se creará un Fondo de chips, dotado inicialmente con 200 millones de euros, para financiar startups (
Además, para asegurar la coordinación y efectividad de las actuaciones previstas, se creará el Comisionado Especial para el Proyecto de Microelectrónica y Semiconductores, que dirigirá Jaime Martorell Suárez, de reconocido prestigio internacional en este ámbito, apoyado en un grupo de trabajo interministerial y un grupo de expertos del mundo científico, académico y empresarial de referencia, según ha indicado el Gobierno.
El PERTE en cifras
El Gobierno pondrá en marcha 11 actuaciones en torno a cuatro ejes estratégicos a lo largo de toda la cadena de valor:
- Refuerzo de la capacidad científica: fortalecer la I+D+i sobre microprocesadores de vanguardia y arquitecturas alternativas. Prevé una inversión para este ámbito de 1.165 millones de euros para el periodo 2022-2027.
- Potenciar la capacidad española en el diseño de microprocesadores, potenciando la creación de empresas fabless (sin fábricas). El Gobierno destinará 1.330 millones de euros para este apartado.
- Construcción de plantas de fabricación, con una inversión pública presupuestada de 9.350 millones de euros.
- Dinamizar la industria de fabricación de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Contará con un fondo inicial de 200 millones de euros para financiar startups, scale
ups y pymes innovadoras del sector. También busca fortalecer la producción interna de productos electrónicos con un presupuesto estimado de 400 millones de euros.
Potenciar las fortalezas
La escasez de semiconductores a escala mundial desencadenada por los cuellos de botella en el suministro derivados de la pandemia ha puesto de manifiesto en Europa la necesidad de acelerar la autonomía en la fabricación de chips, asegura el Ejecutivo.
No obstante, también indica que España está muy bien posicionada en diversos activos estratégicos como el desarrollo de arquitecturas alternativas como RISC-V, donde el Centro Nacional de Supercomputación – Barcelona Supercomputing Center, es un centro de referencia internacional. También destaca el desarrollo de fotónica integrada entre las Universidades Politécnica de Valencia, Vigo y Madrid; o la fabricación de chips cuánticos con el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Además, destaca que son necesarias economías de escala para cubrir un crecimiento de la demanda en sectores como la automoción, la fabricación de máquinas, herramientas y electrodomésticos.
Este incremento se acelerará en los próximos años, explica el Gobierno, y se sumarán otros ámbitos como las telecomunicaciones, la industria aeroespacial, el transporte ferroviario, defensa y la construcción de infraestructuras.
También es un mecanismo en sintonía con objetivos de la Unión Europea, ya que la Comisión Europea ha fijado el objetivo de lograr que la producción de semiconductores de vanguardia en la Unión alcance el 20% de la producción mundial en 2030.
Asimismo, responde a la Ley de Europea de Chips propuesta en febrero y que establece el marco para alcanzar esa meta que contribuirá a incrementar la autonomía estratégica y la soberanía digital entre los 27 Estados Miembros.
En este contexto, con la puesta en marcha del PERTE de los microchips, el Gobierno pretende situar a España como país de referencia a la vanguardia en la industria de semiconductores y avanzar posiciones en la investigación, diseño, fabricación y suministro de estos componentes clave.