¿Cómo ahorrar en calefacción?

El precio de la luz y del gas sigue disparado tras la guerra en Ucrania. El presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a la carga con la petición de atajar el alza de los precios de la electricidad y reformar el modelo de mercado minorista en Europa.

Mientras existe alguna solución, son los propios ciudadanos los que intentan buscar trucos para poder ahorrar en la factura del gas o de la luz. Para ello, estos son algunos consejos para ahorrar en la calefacción:

Los grados a los que pones la calefacción influyen en el gasto

No hay que abusar de los grados: a mayor número de gradosmás gasto de calefacción. De media, por cada grado menos se ahorra entre un 7-11% de la energía.

La temperatura ideal está en torno a los 19-21 grados, por lo que poner la calefacción mucho más alta sería un derroche de gasto y energía. Es más, los expertos recomiendan apagar la calefacción o no sobrepasar los 16 por la noche o si se sale durante poco tiempo y ahorrar, así, hasta un 13% del consumo.

Muchas veces se pone la calefacción muy alta y se lleva en casa ropa típica de verano más que de este periodo, por el calor excesivo acumulado en la vivienda. Lo ideal es vestir ropa de invierno cómoda que permita también guardar el calor corporal y no sobrepasar la temperatura de calefacción recomendada.

Una vivienda aislada es la clave

Las casas cuentan con un mayor o menor aislamiento del exterior en función de la tipología de sus suelosparedes y ventanas. Una casa estará más aislada si cuenta con paredes con aislantes, suelos con aislante térmico o de madera y ventanas de cierre hermético y de doble cristal.

Pero estos elementos no son habituales en todos los hogares, a pesar de que un buen aislamiento permite ahorrar hasta un 30% del gasto doméstico. Además, pequeños gestos como abrir las persianas para aprovechar la luz del sol o bajarlas con su puesta y colocar burletes bajo las puertas, pueden reducir la pérdida del calor.

Los radiadores tienen que estar en buenas condiciones

Hay que evitar la mala práctica de tapar los radiadores porque no encajan con la decoración, ya que eso provoca una reducción de su rendimiento.

Tampoco es una buena práctica poner ropa húmeda encima para secar. Los radiadores funcionan por convección y el calor va de abajo a arriba, por eso es habitual situarlos cerca de las ventanas. Antes de encender la calefacción, es recomendable purgar los radiadores para sacar las burbujas de aire acumuladas y hacer un rápido chequeo de que están en buenas condiciones.

Así como poner paneles reflectantes de calor detrás de los radiadores para potenciar su efecto y ahorrar entre un 10% y un 20% del gasto.

 Puedes bajar tu potencia contratada de electricidad

Para los sistemas de calefacción que funcionan con electricidad, se recomienda revisar la potencia de electricidad contratada, es decir el número de aparatos que se pueden tener enchufados al mismo tiempo sin que salte la luz. En la mayoría de los casos, la potencia contratada suele ser bastante superior a la necesidad real, por lo que se paga un coste más elevado del que realmente se consume.

La clave está en sumar el gasto de todos los aparatos eléctricos y en función del resultado contratar la potencia necesaria.

La calefacción eléctrica es uno de los aparatos que más tira de la luz y necesita entre 1.000 2.000 W de potencia, aunque si es calefacción de bajo consumo, la potencia necesaria baja a 400-800 W. El horno, el lavavajillas y la lavadora son los electrodomésticos que más potencia necesitan, con 1.2002.200 W, 2.200W y 1.500W, respectivamente.

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