Esta subida ese debe al fuerte ascenso de las cotizaciones de la materia prima (20,59 % más) a lo que hay que añadir la depreciación del euro frente al dólar (0,94 % menos) y compensado en parte por la bajada de los fletes (2,07 % menos).
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico apunta que el alza se ha visto atenuada gracias al límite de variación superior del 5 % De no existir dicho tope el precio sin impuestos de la botella se habría disparado un 13,45 %.
Mercado regulado
El precio máximo de venta de los gases licuados del petróleo envasados (GLP) en envases de entre 8 y 20 kilogramos (la tradicional bombona de butano) no se encuentra liberalizado. Su valor se revisa bimensualmente el tercer martes del mes, por Resolución de la Dirección General de Política Energética y Minas, de acuerdo a la metodología establecida que limita la oscilación del precio a un 5 %.
El gas licuado de petróleo (GLP) envasado es una mezcla de hidrocarburos, principalmente compuesta de butano, que sirve como alternativa al gas natural para su consumo energético en envases a presión, especialmente en poblaciones o núcleos urbanos sin conexión a la red de gas natural.
Actualmente, se consumen 68 millones de envases de GLP de distintas capacidades, de los cuales 53 millones se encuentran sujetos al precio máximo regulado (el 78 %). Se trata de un combustible en retroceso: desde 2009 a 2018 el consumo total de GLP envasado ha descendido un 20 %.
Sube un 3,2 % el gas licuado
También se ha publicado en el BOE el nuevo precio máximo del gas licuado de petróleo (GLP) canalizado, que supone un incremento del 3,2 % en la factura para un cliente medio, respecto a los precios en vigor, que se empezará a aplicar este martes.
Esta subida se debe al aumento, respecto al mes anterior, tanto de las cotizaciones internacionales del propano (11,9 %), del butano (11,1 %) y de los fletes (13,5 %).
Para proteger más a los consumidores vulnerables, el Gobierno aprobó el pasado 26 de octubre un incremento del bono social térmico, una ayuda directa con cargo a los presupuestos destinada a cubrir costes de calefacción, cocina y agua caliente sanitaria. La ayuda es distribuida por las comunidades autónomas y varía en función de la zona climática.
Así, la ayuda directa del bono térmico se traduce en un cheque que tendrá un importe mayor en las zonas frías que en las cálidas, con el mínimo de 35 euros y un máximo de 124 euros. Atendiendo al número de beneficiarios, la cantidad media será de 90 euros por consumidor.