El Ministerio de Educación eliminará este curso los exámenes de recuperación en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Educación da así marcha atrás después de que el Consejo Escolar del Estado haya recomendado «no establecer un régimen diferenciado entre comunidades autónomas».
Se refiere a esa moratoria de un curso más que en un principio el Ministerio que dirige Pilar Alegría permitió a las comunidades para adaptarse a esta novedad. Lo hizo tras la petición de autonomías como Madrid, Andalucía o Galicia, que alegaban no entender tener que cambiar las normas en mitad de un curso. Estos exámenes de recuperación se vienen realizando desde hace varios años en los meses de junio y julio en lugar de en septiembre.
«La recomendación especial» del Consejo Escolar del Estado es de obligado cumplimiento y exige eliminar la disposición transitoria quinta, donde se preveía aplazar la eliminación de estas pruebas, han añadido a Efe fuentes del departamento de Pilar Alegría. La argumentación se basa en que no puede haber diferentes criterios según qué territorio autonómico.
La eliminación de los exámenes de recuperación viene recogida en el futuro real decreto de Evaluación, Promoción y Titulación, que el Consejo de Ministros aprobará el próximo martes, según las fuentes ministeriales.
La decisión sobre repetición o no de curso se tomará de forma colegiada
El real decreto establece que las decisiones sobre promoción y evaluación de la ESO serán adoptadas colegiadamente por el equipo docente, sin que sea obligatorio realizar una prueba extraordinaria o examen de recuperación de las materias no superadas, que sí tendrán que realizar los alumnos de bachillerato.
Estipula asimismo que la evaluación en la ESO será «continua, formativa e integradora» y que cuando el progreso de un alumno no sea el adecuado, se establecerán medidas de refuerzo. Los alumnos de bachillerato si tendrán que hacer «una prueba extraordinaria de las materias no superadas en el curso en las fechas que determinen las administraciones educativas».
Los estudiantes de ESO pasarán de curso cuando el profesorado considere que las asignaturas no superadas no les impiden seguir con éxito el curso siguiente y se estime que tienen expectativas favorables de recuperación. Así, obtendrán el título de ESO los alumnos que hayan adquirido, a juicio de los docentes, las competencias establecidas y alcanzado los objetivos de la etapa.
La última ley educativa (Lomloe) modifica de forma significativa cómo se regula la evaluación, la promoción y la titulación y concede una especial relevancia a la actuación colegiada del equipo docente, a quien se otorga la responsabilidad última de la decisión de pasar de cursos y obtener la titulación.
La también conocida como ‘ley Celaá’ pone el foco en los mecanismos de refuerzo. Por ello dispone que la permanencia en un mismo curso debe ser algo excepcional que solo se podrá adoptar una vez durante la primaria y dos veces como máximo durante la enseñanza obligatoria.
Precisamente, uno de los objetivos de este nuevo real decreto de desarrollo de la Lomloe es evitar la repetición (España triplica la tasa de la OCDE).
Murcia, Galicia y la Comunidad de Madrid han criticado la decisión
Las comunidades autónomas de Murcia, Galicia y la Comunidad de Madrid han criticado la decisión del Ministerio de Educación y han pedido que se elimine una medida «inadmisible» que va «contra la calidad educativa». Gobernadas por el PP, habían solicitado una moratoria de un año para aplicar la medida del futuro real decreto sobre titulación y promoción en la enseñanza, que preveía el fin de estos exámenes en la ESO (no así en Bachillerato).
En este sentido, la Consejería de Educación de Madrid ha tachado este viernes de improvisación, caos y desorden la decisión del Ministerio de Educación. El hecho de no haber tomado en cuenta la moratoria que pidieron algunas comunidades autónomas, dice, representa «un ejemplo más del caótico y desordenado desarrollo que está teniendo» la ley Celaá (Lomloe).
Por su parte, la consejería de Educación y Cultura de Murcia ha considerado «inadmisible» la «improvisación» del departamento que dirige Alegría. Además, la Xunta de Galicia va a reclamar al Ministerio de Educación y Formación Profesional que desista de la puesta en marcha de este decreto que es, como la reforma educativa en su conjunto, una medida «en contra de la cultura del esfuerzo y de la calidad educativa y a favor del aprobado general».