La empresa, cuyas raíces se remontan a 1886, se dividirá en dos: una de ellas se centrará en los productos sanitarios de consumo que los clientes pueden comprar sin receta, como Benadryl, Tiritas y Tylenol.
La otra empresa venderá medicamentos con receta y dispositivos médicos. Ambas empresas cotizarán en bolsa.
El objetivo de la separación es crear «dos líderes mundiales que estén mejor posicionados para ofrecer mejores resultados sanitarios a los pacientes y consumidores a través de la innovación», dijo la empresa en un comunicado.
Todavía no se ha anunciado la dirección ni el nuevo nombre de la división centrada en el consumidor.
Las acciones de J&J subieron más de un 4% en las operaciones previas a la comercialización. The Wall Street Journal fue el primero en informar de la noticia.
El consejero delegado de la compañía, Alex Gorsky, dijo que los cambios son la «mejor manera de acelerar nuestros esfuerzos para servir a los pacientes, los consumidores y los profesionales de la salud, crear oportunidades para nuestro talentoso equipo global, impulsar el crecimiento rentable y, lo más importante, mejorar los resultados de la atención sanitaria para las personas en todo el mundo».
La unidad de negocio farmacéutica, que fabrica la vacuna covid-19 y mantendrá el nombre de Johnson & Johnson, seguirá siendo uno de los mayores fabricantes de medicamentos y productos sanitarios del mundo.
Gorsky también dijo a ese diario que los juicios relacionados con su talco para bebés no influyeron en la ruptura.
La empresa tiene sus raíces en una empresa de productos sanitarios creada por Robert Wood Johnson y sus hermanos.