Las startups en América Latina y el miedo al fracaso 

El porcentaje de fracaso de las startups en América Latina sigue siendo muy elevado. Es cierto que la región vive un momento de ebullición en su ecosistema de startups.

Aunque no hay cifras que ofrezcan datos globales de la región, se calcula que más de 6.000 startups operan en el conjunto de México, Argentina, Brasil, Colombia, Chile y Perú, que son los países que tienen unos ecosistemas de startups más dinámicos y sólidos.

Este dato, que revela una actividad económica creciente y un importante músculo emprendedor, contrasta con otra realidad también incuestionable: aproximadamente el 75% de esas startups fracasa a los dos años de actividad.

Es decir; sólo un 25% de las startups que se crean sobreviven. Esta cifra no corresponde a una singularidad del ecosistema latinoamericano sino que también se reproduce en otros más arraigados y desarrollados como Silicon Valley.

El fracaso de las startups en América Latina es un fenómeno que tiene réplicas en todos los ecosistemas del mundo.

¿Por qué fracasan las startups en América Latina?

Pero, ¿por qué fracasan las startups? En los últimos años se han publicado diversos estudios que intentan analizar las razones de este elevado porcentaje de fracaso.

Es revelador que la principal causa no es la falta de capital o la dificultad de acceso a rondas de inversión sino otros factores que tienen que ver con la ausencia de planificación, la debilidad de las estrategias de mercado o incluso los problemas de convivencia entre los socios de las startups.

Fernando Lallana, explica en su libro de reciente publicación “Sorbos de Emprendimiento” que “la cultura latina castiga el fracaso, lo vemos mal, lo estigmatizamos. En Estados Unidos y el Reino Unido no es así, quien fracasa tiene más peso porque tiene más capacidad para anticiparlo. Quien fracasa aquí no se le da una segunda oportunidad. Así lo ven los observadores y eso afecta también a quien lo vive”.

Hay un contexto social y cultural en América Latina que genera una presión añadida sobre el emprendedor, que observará el riesgo de fracaso como un agente paralizador que puede influir en la manera en la que gestione su startup en las primeras etapas.

Las startups en América Latina se enfrentan a numerosos desafíos para hacerlas viables durante un periodo superior a dos años.

Es en este periodo, que es clave en la incubación y aceleración de una startup, donde se toman las decisiones que pueden apuntalar el éxito de una empresa o su fracaso en el corto plazo.

Startups latinas: el miedo al fracaso

Muy divulgado por la profundidad de su análisis fue el informe realizado el pasado año por CB Insights, titulado Top 20 Reasons Why Startups Fail.

En él se constataba que rodearse de las personas adecuadas es una de las claves principales del éxito de una empresa y el hecho de avanzar con el equipo inadecuado puede suponer la crónica de una muerte anunciada.

Entre las razones menos serias, se encuentra una incapacidad de corregir las malas decisiones, el desgaste por exceso de trabajo, no buscar apoyo en redes profesionales (particularmente de los inversores), gastos legales (regalías por el uso de contenido con derechos de autor o conflictos con otras empresas) y la falta de interés en financiar la idea. Estos factores fueron parte de las causas del fracaso de las startups.

Además existe un contexto que influye no solo en el porvenir de estas empresas sino también en la percepción que de ellas tienen los principales actores del ecosistema; es decir, inversores, aceleradoras o fondos de riesgo.

La consecuencia de ello es que las startups latinoamericanas no tienen las mismas valoraciones que las que nacen en Silicon Valley.

Esto frustra a muchos empresarios latinoamericanos que buscan inversión, ya que no entienden por qué los capitales latinoamericanos no arriesgan con sus proyectos.

Hay razones importantes por las cuales las valoraciones de inversión en las primeras etapas en América Latina son más bajas.

Por un lado, hay pocas adquisiciones en la región, y cuando ocurren, tienden a tener valoraciones más bajas que sus contrapartes en otras partes del mundo.

 

Startups latinas, un problema de visión y ambición

Por otro lado, a la mayoría de las empresas latinoamericanas no les preocupa la competencia, ya sea por la tecnología o por otras fuerzas en el mercado.

Muchas grandes empresas en América Latina, incluso las que cotizan en bolsa, son administradas por familias, han estado en el negocio por generaciones y sus objetivos están mucho más orientados a mantener la posición y los beneficios, en lugar de crecer o seguir siendo competitivos en el mercado.

Esa falta de perspectiva afecta a las opciones de acceso de capital de las startups, que a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos o en Europa, no suelen encontrar financiación en las tradicionales grandes compañías de sus respectivos países.

Pero junto a estas razones coyunturales, existen otras que se reproducen  de manera sistemática cada vez que se analiza el fracaso de una startup o sus zonas de riesgo.

The Failure Institute hizo un estudio recientemente sobre el fracaso empresarial y lo transformó en experiencia de aprendizaje. De sus conclusiones destaca que los principales motivos por los que cierra una startups en países como México son: ingresos insuficientes para subsistir, falta de indicadores, falta de procesos de análisis, planeación deficiente y problemas en la ejecución.

 

Pruebas inadecuadas, fracaso inminente

Es la razón principal del fracaso de las startups latinoamericanas. Es decir, no se hicieron los deberes antes de decidirse a crear la compañía. Este factor se identifica con situaciones reales a la que debería enfrentarse cualquier emprendedor y que debería de conocer previamente: cómo acceder al mercado, qué demanda tiene su producto, cuál es la competencia, cuál es su viabilidad.

La falta de validación de hipótesis y suposiciones suele sr el inicio del final junto con la ansiedad de crecer de manera rápida y poco sostenible. Un porcentaje elevado de las startups que fracasan reconoce que no fueron capaces de darle un modelo de negocios claro a la idea que tenían. Por eso, nunca llegaron a ser rentables.

Incompatibilidad del equipo

Incompatibilidad del equipo es una de las causas más habituales del fracaso de una startup en América Latina. Es un factor que citan con gran frecuencia las empresas que han fracasado. Se trata de cómo los miembros del equipo fundador trabajan juntos y si tienen las habilidades adecuadas para superar los desafíos futuros.

La falta de persistencia

La falta de persistencia es, paradójicamente, junto con el deseo de crecer demasiado rápido uno de los motivos que empujan cada año a miles de startups al olvido.

El liderazgo es incapaz de establecer una estrategia clara para la compañía y quedarse con ella el tiempo suficiente para tener éxito.

En el camino se han perdido grandes cantidades de dinero y esfuerzo pero se ha consumido poca paciencia.

La ambición del dinero rápido y el cambio constante en las estrategias, decisiones y objetivos suele ser el camino directo al fracaso.

Mala relación con el dinero

Pese a todo lo anterior es evidente que los recursos económicos son vitales para el desarrollo de una startup. Más bien habría que especificar el error en las decisiones para gastar ese dinero.

Un porcentaje elevado de las compañías fracasadas reconocen que no supieron tomar las decisiones adecuadas tras quedarse sin fondos y fueron incapaces de acceder a nuevas vías de financiación.

Hay que tener en cuenta que las empresas tienen problemas en esta área cuando están en la fase de incubación y no tienen dinero pero también cuando reciben inyecciones de capital que gastan sin control.

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