La legendaria ruleta: casi 400 años de asombrosas anécdotas

La ruleta

La legendaria ruleta ha logrado mantenerse como un juego con tradición que, combina las ventajas de la tecnología. Uno de los más grandes avances lo constituye la ruleta en vivo online con un crupier en directo y en tiempo real. Una enorme ventaja cuando se puede jugar desde casa o cualquier lugar de preferencia; solo basta ingresar a los más recomendaos sitios de casino online.

A lo largo de una historia que data de hace casi 400 años, son muchas las anécdotas y leyendas relacionadas con la ruleta. En especial aquellas en las que jugadores han logrado ganancias extraordinarias e incluso, han quebrado a la banca. Una de las referencias más antiguas e interesantes sucedió en 1852 con Charles Lucien Bonaparte, sobrino del emperador Napoleón, quien se convirtió en uno de los ganadores más conocidos de la época.

El sobrino del emperador Napoleón que quebró la banca

Charles Lucien, a quien llamaban el Príncipe Canino, contaba con una enorme fortuna y podía darse el lujo de apostar cualquier cantidad de riquezas. En el casino de Bad Homburg en Alemania, creado por el legendario empresario de la industria del juego François Blanc, el Príncipe Canino se instaló llevando consigo grandes cantidades de monedas de oro, realizó las más altas apuestas y ganó. Sus ganancias fueron tan altas que quebró la banca.

El casino tuvo que buscar algunas estrategias de financiamiento para recuperarse. No obstante, poco tiempo después reapareció Charles, esta vez llevó al casino a la completa bancarrota. Una vez que estaba ganando formidables sumas se paró de la mesa y se marchó. Esta situación condujo a que los administradores se plantearan la idea de establecer límites para las apuestas. Otra de las propuestas que se les ocurrió era volver a poner el doble cero para mayor ganancia de la casa. Françoise Blanc se opuso y proporcionó 1.200.000 francos para la recuperación del casino.

Contrariamente a lo que suponían los asustados administradores, las pérdidas ocasionadas por Charles Lucien se transformaron en ganancias para el casino. La historia de su suerte atrajo a muchísimos jugadores deseosos de emular las enormes ganancias, una vez más Blanc, gerenciando los juegos de azar, sabía muy bien lo que hacía.

Dos españoles con la habilidad de quebrar la banca

El español Thomas García también fue famoso por jugar en el famoso casino Bad Homburg en 1860. Se decía que este barcelonés era un empresario ambulante y un sencillo aficionado a los juegos. Aunque otras personas aseveraban que era un experto jugador, que simulaba ser solo un aficionado. Lo cierto es que este español apostaba sumas elevadas de dinero y tendía a ganar con mucha frecuencia. En el Bad Homburg llegó a ganar 200000 florines vaciando las arcas del reconocido lugar.

Otras de las muchas anécdotas de ganancias millonarias con las ruletas, están relacionadas con el conocimiento de su funcionamiento mecánico. Separada por más de siglo y medio, hay una historia de otro español, también de apellido García, en las cuales la mecánica de la ruleta y desviaciones, sirvieron para proporcionarle a los jugadores enormes ganancias y, por ende, pérdidas a los casinos.

Aprovechándose de las fallas e imperfecciones de las mesas, así como el desgaste de la ruleta, Gonzalo García Pelayo organizó a sus familiares para observar las propensiones de falla de la ruleta. La historia de esta famosa   operación fue llevada al cine por as productoras Bausan, Alea y TVE.

La táctica de los Pelayos

Volviendo a la táctica de los Pelayos, este grupo asistía alternadamente al casino de Madrid. Discretamente registraban durante las 24 horas los resultados que arrojaban las ruletas. Esa información era procesada por un programa creado por Gonzalo y con ello precisaban las desviaciones y el sesgo de la ruleta. Este grupo inició este procedimiento en 1991 logrando ganar alrededor de 70 millones de pesetas (unos €420.000) en pocos meses. Cuando fueron descubiertos y les prohibieron la entrada a los casinos españoles, expandieron su área de acción a otros casinos del mundo como Las Vegas llegando a ganar unos 250 millones de pesetas.

Antes que los Pelayo, Joseph Jagger, utilizó una estrategia similar en 1893. Jagger era un empresario textil y un audaz jugador, con mucha astucia y capacidad de observación, expresaba que los resultados no siempre respondían a la aleatoriedad y muchas veces estaban sesgados. Recogió los datos sobre la frecuencia en que los números salían ganadores y logró establecer cuáles eran los números de mayor ocurrencia. Apostó aprovechando el sesgo de la ruleta y logró ganar unos 375.000 dólares en el casino de Montecarlo.

Los avances tecnológicos y el desarrollo digital regresaron a la ruleta su aleatoriedad. En la modalidad online, enmarcada en las tendencias del mundo actual, el entretenimiento, la pasión y la buena fortuna, son fuerzas vitales que mueven las apuestas.