Fin del sistema de doble moneda en Cuba

Cuba elimina el peso convertible para adaptar la moneda local a la realidad económica mundial.
Cuba elimina el peso convertible para adaptar la moneda local a la realidad económica mundial.

El país latinoamericano está inmerso en un proceso de transformación que conllevará a eliminación del sistema dual monetario que llevaba 24 años aplicado.

El peso convertible se eliminará gradualmente, empezando por las empresas y organismos públicos.
El peso convertible se eliminará gradualmente, empezando por las empresas y organismos públicos.

Cuba se prepara para la unificación de su moneda. Durante los últimos 24 años, el país latinoamericano ha tenido dos sistemas paralelos, uno conformado por el tradicional peso cubano (CUP) y el otro por el peso convertible (CUC), éste último con una equivalencia al dólar norteamericano y que nace ante la imposibilidad de usar divisas internacionales tras la caída de la Unión Soviética e inicio del bloqueo de Estados Unidos. Ahora, durante el proceso de transformación de la isla, se eliminará el peso convertible para ajustar a la realidad económica mundial la moneda local cubana.

Los economistas están valorando las fórmulas para que la apertura de la economía cubana no tenga un impacto devastador sobre la población. En este sentido, se estima que la salida del peso convertible será gradual, empezando por las empresas y organismos públicos, ya que son los que mayoritariamente utilizan esta moneda. Aunque la medida genera una gran incertidumbre sobre la devaluación e inflación que pueden conllevar, los expertos afirman que es una medida necesaria, ya que “la dualidad monetaria crea dificultades sobre la medición económica”.

La eliminación de la doble moneda preocupa a la producción pública, ya que domina el 85 por ciento de la economía de Cuba. Hasta la fecha, el uso del peso convertible no sólo les permitía contar con una moneda equivalente a la par del dólar, sino contar con unos recursos para mantener los precios bajos de los productos. No obstante, el valor del peso cubano es mucho menor, por lo que la diferencia podrá impactar en el precio de productos y servicios, así como en una caída de la productividad. De ahí, el interés demostrado en los últimos años por captar las inversiones extranjeras.

Con la crisis económica que atraviesa Venezuela, Cuba ha tenido que expandir horizontes y buscar nuevos aliados. Su relación con España le ha servido para ganarse el apoyo de la Unión Europea. Justamente, el Viejo Continente se ha puesto a disposición de la isla para asesorar en el proceso de unificación del peso cubano. «Hemos ofrecido una asistencia técnica para compartir nuestra experiencia en cuanto a procesos cambiarios», afirmó Stefano Manservisi, director general de Cooperación Internacional y Desarrollo de la Comisión Europea.

La decisión está tomada y será cuestión de tiempo hasta empezar a observar cómo Cuba fusiona sus dos monedas. Un proceso que, según ha admitido el propio Raúl Castro, “no puede dilatarse por más tiempo”.