Chelu Martín, fundador de MirMeApp, ha analizado cuáles son los encabezados que más se quedan sin responder de convocatoria a convocatoria.
El examen MIR pone a prueba, año tras año, los conocimientos de los médicos. Chelu Martín, fundador de MirMeApp, ha analizado cuáles son las preguntas que los aspirantes suelen dejar en blanco, ya sea por su dificultad o por el grado de confusión que generan. “Cada mes utilizan la aplicación unos 3.000 estudiantes, pero sólo entre el 25 y el 35 por ciento de ellos se han atrevido a responder estas preguntas, sin que signifique que todos han estado en lo acertado”, explica a IberoEconomía.
Entre los aspectos más difíciles que se han evaluado en anteriores convocatorias está, por ejemplo, la pregunta número 66 del año 2000-2001. En el enunciado se pregunta dónde existe una mayor incidencia de las enfermedades neurológicas. Justamente, durante la misma convocatoria, también hay un elevado número de aspirantes que fallan la pregunta 216 donde se aborda los tipos histológicos del cáncer de mama.
Durante la última convocatoria, la pregunta más fallada fue la que evaluaba el caso clínico de un hombre de 46 años que asistía a Urgencias con dolor cólico localizado en la fosa iliaca izquierda, con cierta irradiación hacia el escroto. A esta se suma, además, la pregunta 12 de la convocatoria 2014-2015, donde se analiza una imagen de una TC para dar con el diagnóstico más probable.
A pesar del elevado porcentaje de candidatos que se equivocan, sólo existe un máximo de dos preguntas de este nivel por cada una de las convocatorias, siendo más comunes en las celebradas hace más de una década. En este sentido, el sábado 10 de febrero habrá que poner los conocimientos a prueba y resolver los encabezados más complejos de la actual convocatoria.