Por una consulta o una operación en el veterinario se paga el mismo IVA que «por comprar un reloj de oro», el del 21%.
Los veterinarios llevan nueve años reclamando una rebaja al tipo reducido del 10%, algo que en un primer momento iba a entrar en los presupuestos de 2021, pero que por la pandemia terminó quedándose en el tintero.
«No es un lujo que una persona cuide a sus animales: con los tratamientos preventivos se evita que enfermen, lo que repercute en la salud de las personas», asegura Manuel Lázaro, vocal del Colegio de Veterinarios de Madrid.
Algunas cirugías y tratamientos pueden llegar a costar 3.000 euros, mientras que una vacunación completa o una revisión anual ronda los 200, dependiendo del animal o del centro veterinario.
Este precio obliga a algunos dueños a pedir préstamos, a iniciar campañas de recogida de fondos en Internet o a posponer o no realizar las intervenciones.
Un tema de salud pública
Los profesionales del sector insisten en que el tipo impositivo actual, aplicado en 2012, ha supuesto que los propietarios de animales de compañía vayan menos al veterinario, lo que redunda «en menos controles sanitarios y un mayor más riesgo de zoonosis, la transmisión de enfermedades de animales a humanos», según Armando Solís, presidente del Colegio de Veterinarios de Asturias.
Precisamente el coronavirus, con origen animal, ha puesto de relevancia este tipo de enfermedades y su riesgo en la salud pública.
Desde el Ejecutivo comparten el diagnóstico de los veterinarios y defienden que la salud animal no debe ser un artículo de lujo.
«Es una reclamación con absoluta lógica y por eso mismo vamos a rebajar el IVA al 10%. Es un compromiso del Gobierno y se cumplirá sí o sí», afirma el director general de Derechos de los Animales, Sergio García Torres.
El responsable de esta Dirección General, de nueva creación, explica que el acuerdo de coalición entre PSOE y Unidas Podemos incluye esta rebaja «a lo largo de la legislatura». «Se planteó la posibilidad de bajar el impuesto en los anteriores presupuestos, pero debido a la situación en la que no se bajó prácticamente ningún impuesto, lo que hicimos fue posponerlo a los siguientes meses», aclara.
En la plataforma de crowdfunding Gofundme son cientos los casos de peticiones de ayuda, la mayoría alrededor de los 2.000 euros, para cubrir operaciones veterinarias
Petición son respuesta a corto plazo
Desde el Gobierno no dan una cifra sobre cuándo se aplicará la prometida bajada del IVA. García señala que dependerá de la situación económica.
«Los datos de paro y de mejora económica nos hacen ver que será en una fecha próxima», subraya. El cambio impositivo llegará probablemente de la mano de una «revisión de diferentes impuestos» en los próximos meses, aunque tampoco descarta que se pueda incluir en los siguientes presupuestos.
Lázaro se muestra «medianamente optimista» de que se apruebe durante la legislatura. Los profesionales de la salud animal llevan desde años haciendo un «trabajo lento de convencimiento», algo que finalmente «ha abierto las puertas tras tantos años cerradas».
La medida, añade, no es partidista, y de hecho formaciones de todo el arco ideológico la han apoyado. Desde Unidas Podemos, el partido de García e impulsor de la rebaja en su entrada al actual Gobierno, al PP, que presentó una pregunta parlamentaria en este sentido en febrero. «Cualquier político con el que hablas te dice que lo entiende perfectamente», apunta.
Los veterinarios reconocen que no tienen la repercusión social de otros colectivos que han salido a la calle a pedir cambios en el IVA, como la cultura o las peluquerías, pero insisten en la importancia del servicio que prestan. Según Solís, «cuando los animales tienen buena salud las personas con las que conviven tienen buena salud».
Antes de la llegada de la pandemia, García llegó a plantear una rebaja hasta el 0%, como reconocía en una entrevista a RTVE. Ahora, «aunque no se descarta», ve más «probable» que llegue la del 10%. Lázaro es más escéptico y lo ve «francamente difícil».
Más adopciones y más atención a la salud animal por la pandemia
Los meses de confinamiento y restricciones, afirma Solís, no ha supuesto sin embargo un gran descenso en las visitas al veterinario.
Por el contrario, «con la pandemia la gente cogió más sensibilidad a los problemas sanitarios con los animales con los que convive».
García admite que a los veterinarios «les ha afectado como al resto de la sociedad», pero también recuerda que han podido abrir en parte al ser considerados un «recurso esencial».
Otros sectores dedicados a la atención de los animales, como peluquerías caninas, auxiliares de veterinaria, educadores o adiestradores, en cambio, sí que han sufrido más este último año.
La atención a los animales, ya sea sanitaria o estética, ha vivido en los últimos meses un gran empujón por el aumento de las adopciones.
Estas crecieron especialmente durante la primera desescalada, pero también lo hicieron los casos de abandono. «El animal es un miembro de la familia, un ser querido. La gente cada vez se da cuenta de los beneficios», explica Solís, también presidente del Registro de Animales de Compañia (RIAC).
«La gente que tenía un animal de compañía llevó mucho mejor la pandemia que quien estaba solo», señala, y cree que el aumento se mantendrá porque «la gente cada vez vive más sola». Razón de más para reclamar de nuevo una bajada del IVA, ya que, asegura, «los animales son bienes de primera necesidad».