Por primera vez en casi tres años, los precios del petróleo en Estados Unidos alcanzaron los 70 dólares por barril el domingo.
Si bien los precios ahora ya se han alejado un poco de ese hito (el West Texas Intermediate se cotizó por última vez a US$ 69,30 por barril), esto todavía subraya el dramático repunte de los precios de los energéticos después de que el crudo cayera por debajo de cero, algo sin precedentes, en abril de 2020.
Este regreso ha sido impulsado por la recuperación de la demanda de gasolina y combustible para aviones a medida que la pandemia disminuye y la economía vuelve a la vida.
La OPEP y Rusia también continúan restringiendo el suministro de crudo, aunque planean bombear más en los próximos meses.
«Una mejora en el número de casos de covid-19 en India y la recuperación en curso en EE.UU. y Europa antes de su verano están respaldando los precios», escribió Jeffrey Halley, analista senior de mercado para Asia Pacífico en Oanda, en una nota el lunes.
Halley agrega que «la OPEP+ se contenta con posponer los retoques en sus objetivos de producción por ahora».
Los precios afectan más a los ciudadanos comunes
Mientras tanto, los estadounidenses continúan pagando más en la bomba de gasolina.
El galón promedio del combustible regular alcanzó los US$ 3,05 el domingo, frente a los US$ 2,02 de hace un año.
El índice de referencia global alcanzó por última vez US$ 71,49 y se cotiza a sus niveles más altos desde mayo de 2019.