El Consejo General de la Psicología de España busca que todos los aspirantes a la residencia cuenten con, al menos, 90 créditos de formación en el ámbito sanitario.
Los psicólogos quieren reformar el acceso al PIR. El Consejo General de la Psicología de España ha interpuesto un recurso contra la Orden SSI/876/2017, de 12 de septiembre, para exigir “cerrar la puerta del PIR” a los graduados y licenciados de ramas diferentes a la Psicología. Una medida que, de lograr el visto positivo por las instituciones de Justicia, dejaría sin opciones a las aspirantes provenientes de la rama de conocimiento de Ciencias Sociales y Jurídicas o del campo de Ciencias sociales del comportamiento.
Desde el Consejo General se busca que los aspirantes al PIR cuenten con un perfil mucho más sanitario, por lo que plantean otra gran reforma: exigir como uno de los requisitos imprescindibles el Máster en Psicología General Sanitaria. Una medida que obligaría a que todas aquellas personas interesadas en convertirse en residente tengan que haber superado, por lo menos, un total de 90 créditos en la rama sanitaria.
El proyecto, sin embargo, no ha sido de fácil aplicación. “Durante los últimos tres años el Consejo General de la Psicología de España ha trabajado para lograr que el Máster en Psicología General Sanitaria sea uno de los requisitos imprescindibles para optar a una de las plazas PIR, pero aún no se ha logrado materializar”, han afirmado desde la Asociación Nacional de Psicólogos Clínicos y Residentes (Anpir), organización que está a favor de la medida desde sus inicios.
La medida eliminaría inmediatamente la posibilidad de acceso a los candidatos de origen extranjero que se presentan con contar con un certificado en la rama de conocimiento de ciencias sociales y jurídicas, como son los grados de Derecho o de Economía. Al mismo tiempo que también dejará por fuera a los aspirantes que, a pesar de haber cursado el grado de Psicología, no dispongan de una “formación básica” en el ámbito sanitario. Una medida que cuenta con el apoyo de la Asociación Nacional de Psicólogos Clínicos y Residentes (Anpir), así como de otras instituciones de representación.
Cuello de botella
Los estudiantes no respaldan la propuesta. La coordinadora de la Comisión Sanitaria del CEP-PIE, Victoria Villarubia, indica a IberoEconomía que “implementar este modelo, así como está diseñado actualmente, se convertiría en un cuello de botella para los psicólogos interesados en la formación clínica”. Sin embargo, no es la única ‘pega’ contra la petición del Consejo General, ya que también afirman que repercutiría directamente en un mayor coste económico de las personas que busquen convertirse en residentes del PIR.
“La mayoría de los Master, incluido el de Psicología General Sanitaria tienen un coste por crédito que oscila entre el 100 y 150 por ciento por encima de los pertenecientes al grado”, ha precisado Villarubia, A lo que suma los costes que destinan los aspirantes a la formación sanitaria especializada para preparar el examen en las academias. En este sentido, recuerda que no están solos en sus quejas, ya que comparten posicionamiento con la Conferencia de Decanos de Psicología de la Universidades Españolas.
A pesar de que están a favor de regular el acceso de los aspirantes al PIR, los estudiantes consideran que la solución está en una modificación de la normativa del examen y, para satisfacer el deseo de contar con créditos sanitarios, “disponer de los presentes dentro de la mención sanitaria del grado o solicitar una extensión universitaria de unos 30 créditos más”.