El índice de gerentes de compras (PMI) escaló casi dos puntos al ubicarse en los 59,4 puntos en mayo, impulsado por la creciente reapertura de las economías y la continua fortaleza de la demanda, tanto a nivel nacional como en los países europeos vecinos.
El crecimiento de la actividad del sector manufacturero de España ha experimentado una aceleración en el mes de mayo, cuando ha registrado su mayor expansión en los últimos 23 años, según el índice de gerentes de compras (PMI), que ha subido hasta los 59,4 puntos desde los 57,7 del mes anterior, según los datos de la consultora IHS Markit.
«Mayo fue otro mes estelar para el sector manufacturero español, ya que los nuevos pedidos y la producción aumentaron a unos ritmos no observados desde antes de la crisis financiera mundial», declaró Paul Smith, economista de IHS Markit, quien destacó que el crecimiento está siendo impulsado por la creciente reapertura de las economías y la continua fortaleza de la demanda, tanto a nivel nacional como en los países europeos vecinos.
En este sentido, en el caso de las ventas, el aumento neto fue el más pronunciado registrado desde diciembre de 2006 en medio de un fuerte aumento de la demanda, con un fuerte incremento de los nuevos pedidos para exportaciones.
De su lado, la producción de las fábricas españolas aumentó al ritmo más fuerte en más de 14 años, aunque hubo algunos informes de que la producción se vio restringida en cierta medida por limitaciones de la oferta.
«De hecho, los últimos datos mostraron que los plazos medios de entrega de los insumos se deterioraron a un ritmo solo superado una vez en abril de 2020», advierten los autores del estudio, señalando el considerable exceso de demanda sobre la oferta, lo que llevó a una importante escasez de productos en los almacenes de los proveedores.
Esta escasez de oferta, particularmente en algunas materias primas, junto al encarecimiento del petróleo, llevó a un encarecimiento de los insumos sin precedentes en mayo al que las empresas respondieron subiendo sus tarifas a un ritmo récord.
Asimismo, las empresas optaron por aumentar de nuevo sus niveles de empleo y lo hicieron a un ritmo significativo, reincorporando en algunos casos a trabajadores en ERTE.
«Si bien se espera, y se prevé, que estos desafíos por el lado de la oferta eventualmente disminuyan, tal escasez está conduciendo a fuertes presiones inflacionistas», añadió Smith, quien apuntó los precios cobrados están aumentando a una tasa sin precedentes como consecuencia del fortalecimiento relativo del poder de fijación de precios de las empresas en los últimos meses