La Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos plantea nuevas medidas para aumentar los beneficios del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos.
La Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) indica que adecuar las cotizaciones a los ingresos de manera obligatoria supone, actualmente, aumentar las cuotas al 75 por ciento de los autónomos. De ahí que defiendan la búsqueda de otras fórmulas para que los autónomos coticen de una manera más justa y ajustada a sus ingresos. Es importante recordar que, de los 3.200.000 autónomos registrados, apenas un millón tiene unos ingresos constantes.
La primera opción para aumentar los ingresos de los autónomos pasa por los administradores con el control de las sociedades. Para ATA “constituyen un colectivo especial y no es lógico que tengan que ser ellos quienes abonen sus cuotas a la Seguridad Social. Lo mejor sería crear para ellos un régimen asimilado dentro del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), más parecido al Régimen General, pero sin cotizar por el Fogasa ni por desempleo, como ocurría antes en los años 80”.
De aplicarse la medida, sería la propia sociedad la encargada de pagar las cuotas, sueldos y las retenciones de los administradores, lo que “seguramente mejorarían sus bases de cotización lo que supondría, según nuestros cálculos, 2.000 millones de euros adicionales para la Seguridad Social. Una cantidad que podría duplicarse si la medida se extendiera a los socios de empresas más de 600.000 autónomos societarios”.
Otra fórmula es establecer el cómputo de la pensión en función de lo cotizado durante toda la vida laboral. “Muchos autónomos cotizan poco hasta que no llegan a los años previos a jubilarse, porque saben que sus aportaciones no cuentan a la hora de fijar la futura cuantía de su pensión. Si se reformara este aspecto, muchos entenderían que la Seguridad Social computa todas sus cuotas, de la primera a la última, y les impulsaría a mejorarlas cuando sus ingresos se lo permitieran”, proponen desde ATA.
La tercera propuesta es “destopar las bases máximas a partir de los 47 años”. La medida ayudará, según las estimaciones de la Federación, a “recaudar 1.100 millones de euros con que sólo el 20 por ciento de los que se encuentran en esta edad se animara a aumentar sus aportaciones para mejorar sus pensiones futuras”.
Finalmente, ATA afirma que el 80 por ciento de los autónomos cotiza por la base mínima, y esta base es una carga para aquellos autónomos que empiezan y no pueden acogerse a la tarifa plana o aquellos que ingresan menos del Salario Mínimo Interporfesional. De ahí que propongan dar una vuelta al modelo para hacerlo mucho más inclusivo.
“Lo que nosotros hacemos es proponer soluciones a un sistema que es válido pero que hay que mejorar. El 75 por ciento de los autónomos declararon ingresos netos superiores a la base mínima. Es decir, los rendimientos netos declarados por 3 de cada 4 autónomos superan esa base mínima y, por tanto, pueden ya voluntariamente adecuar su cotización a sus ingresos modificando su base, hacia arriba o hacia abajo”, apunta Lorenzo Amor, presidente de ATA. “Por tanto, el problema de la falta de adecuación a ingresos no viene de ese 75 por ciento sino del 25 por ciento de los autónomos cuyos ingresos no llegan a la base mínima”, sentencia.