Tras una inversión de 525 millones, aspira a convertirse en ‘buque insignia’ del lujo de la capital
El Centro Canalejas de Madrid concluirá su construcción y se pondrá en servicio en los primeros meses de 2019, tras una inversión de 525 millones de euros y con la aspiración de convertirse en el nuevo ‘buque insignia’ de la capital y generar más de 4.800 empleos entre directos e indirectos.
El complejo turístico, residencial y hotelero de lujo, promovido por el grupo Villar Mir y OHL y en el que a comienzos de año entró el empresario israelí Mark Scheinberg, fundador de la firma de poker online ‘Poker Stars’, se ha realizado sobre siete edificios históricos del centro de Madrid sobre los que se ha realizado una compleja reforma arquitectónica.
El centro, ubicado en las inmediaciones de la Puerta del Sol, supondrá así «un antes y un después» para la zona centro de la capital, al incluir una reordenación del entorno urbano «que favorece al peatón y reducirá el tráfico», detallaron sus promotores.
El complejo ocupará 50.000 metros cuadrados de superficie sobre rasante que albergará un hotel de lujo de 200 habitaciones que operará la cadena Four Seasons, además de una galería comercial (15.000 metros cuadrados) también para marcas de lujo, y 22 viviendas de ‘alto standing’ que dispondrán de servicios del hotel y se comercializarán a un precio de unos 13.000 euros por metro cuadrado.
El proyecto se completa con un espacio gastronómico y un parking con 400 plazas y 14.000 metros cuadrados de superficie. Así lo han detallaron el consejero delegado de Centro Canalejas Madrid y director general de OHL Desarrollos, Francisco Meliá, el autor del proyecto arquitectónico y presidente ejecutivo de Estudio Lamela, Carlos Lamela, y el director general de Inmobiliaria Espacio y consejero de Centro Canalejas Madrid, José Antonio Fernández Gallar.
Durante una presentación del proyecto, aseguraron que durante las obras se ha priorizado la conservación y protección de los elementos protegidos de los edificios, al conservar las fachadas de los siete inmuebles y la primera crujía de dos que tienen declaración de Bien de Interés Cultural, tal como establece la normativa sobre patrimonio.
Además, se han invertido siete millones de euros para conservar 16.000 elementos con valor histórico y artístico agrupadas en 300 tipologías diferentes, muchas de las cuales seguirán en su enclave original.