El Fondo Monetario Internacional afirma que los fondos tendrían que destinarse hacia una compleja reestructuración de la deuda y cambios en las reglas del juego.
Venezuela rompió lazos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2007. Ahora, con la crisis más grande en la historia del país latinoamericano, la institución internacional hace cálculos y cifra en 30.000 millones de dólares anuales los fondos mínimos necesarios para rescatar la economía ‘bolivariana’, según indica el ‘Financial Times‘.
El pago de esta suma, el cual no tiene previsto por el momento el FMI, supondría una reestructuración compleja de la deuda y podría llevar a cambios dentro de las mismas normas de la institución. Sin embargo, por el momento el Fondo, liderado por Christine Lagarde, permanece a la sombra de la economía venezolana desde hace 13 años.
Según las informaciones difundidas, el FMI debería pagar 30.000 millones de dólares para posicionar en los mismos niveles que en el año 2015 a las exportaciones venezolanas, lo que no sería suficiente para reimpulsar el consumo y recomponer la balanza de pagos del país, lo cual conllevaría otros 22.000 millones anuales.
La compleja operación de rescate, la cual podría estar planeándose, presentaría fuertes repercusiones financieras pero, también, políticas, pues podría pasar por encima del polémico programa de ayuda a Grecia o, incluso equivaler, «en lo que se refiere a complejidad», a los programas de Argentina y Grecia juntos.
Según la institución, el PIB de Venezuela se contraerá un 12 por ciento este año y un seis por ciento el año que viene, datos que según el Fondo podrían empeorar a raíz de los resultados de las elecciones municipales, en las que el oficialismo se ha impuesto a la oposición en 17 de los 23 estados del país.
Los cancilleres europeos han mostrado su intención de avanzar en la preparación de sanciones contra el Gobierno de Nicolás Maduro, uniéndose así a las publicadas por el presidente estadounidense, Donald Trump.