Alexander Vargas presenta la iniciativa como una de las soluciones sanitarias contra los ataques terroristas en el territorio galo.
Evitar la radicalización infantil. Ese es uno de los objetivos que persigue el ‘Programa de sensibilización estratégica en grupo para los diferentes dispositivos de trabajo en red con adolescentes en situación de vulnerabilidad’, diseñado por el psiquiatra colombiano Alexander Vargas para trabajar con adolescentes en situación de vulnerabilidad en Francia, según ha podido conocer IberoEconomía. Una de las soluciones a largo plazo que podrán poner final a posibles ataques terroristas dentro del territorio europeo y que ha sido presentado ante la Universidad Pierre Marie Curie del grupo Sorbonne Université.
Para lograrlo, el médico oriundo de Ibagué, recomienda la psicoeducación participativa en talleres. Un modelo que se adapta a “los profesionales que participan en el abordaje interinstitucional e intrasectorial de adolescentes víctimas de diferentes estresores”. En este sentido, se plantean un total de 12 sesiones al mes en grupo de 10 a 20 participantes, coordinados desde el área de salud mental infanto-juvenil, donde se establezcan objetivos con claridad, al mismo tiempo que se promueve la retroalimentación y deberes en casa en temas como la regulación emocional, interpersonal y de la propia persona.
“En paralelo se realizan actividades lúdicas de comprensión vivencial del neurodesarrollo y de estimulación de reflexión”, agrega el proyecto. El psiquiatra colombiano también ha apostado por medir la evolución de los grupos, por lo que se implementarán dos pre-test, post-test, así como una evaluación psicométrica de estrés laboral y otra de conocimientos sencillos en el área.
El plan a detalle
Vargas explica que las 12 sesiones, una por mes, para los profesionales que trabajan con adolescentes en situación de vulnerabilidad y riesgo de radicalización, contando con una duración de 90 minutos cada una, donde 40 o 50 minutos estarán destinados a la atención selectiva, la atención compartida y la atención sostenida junto a los procesos de aprendizaje o refuerzo educativo.
“Durante los talleres, se adopta una disposición circular de los profesionales-adultos, quienes estarán vestidos de adolescentes y se tratará de disminuir al máximo otros distractores de la sala. Estratégicamente, se promueve una conciencia lúdica del entorno. Se recomendará al grupo (ahora adolescentes) que escojan un nombre identificativo y un saludo clave, creando un intercambio de empatía cognitiva, con empatía emocional y promoción motivacional”, puntualiza el experto.
En este sentido, el proyecto establece que “cada uno de los participantes gestionará con su autoreflexión, aprendizajes y refuerzos cognitivos de cada sesión, las dificultades de regulación emocional, interpersonal, de si-mismo, comportamental y cognitiva en la comprensión de los adolescentes en situaciones de vulnerabilidad”. Por su aportación, el programa será incluido en el plan de estudios del Diploma Universitario de Adolescentes Difíciles de la Universidad Pierre Marie Curie.