“El acceso a Psicología de las Fuerzas Armadas no se parece al examen PIR”

Especial MIR de IberoEconomía.
Psicóloga militar durante su jornada laboral.
Psicóloga militar durante su jornada laboral.

María, que ha logrado una de las siete plazas ofertadas en Psicología Militar, cuenta su experiencia, así como las particularidades del proceso de admisión para continuar su formación sanitaria.

Terapia psicológica a grupo de soldados.

Ejercer la Psicología con traje de campaña. Ese es el camino escogido por María (nombre falso para proteger su identidad), una joven que, tras terminar el grado de Psicología, ha comenzado la preparación para acceder a las Fuerzas Armadas. Una meta que ha conseguido, por lo que es una de las siete personas escogidas por el ejército para continuar su formación. Si bien ha dedicado largas jornadas de estudio y contado con el apoyo de una academia, la psicóloga precisa que “hace falta dejar claro que no se ha tratado de un examen PIR”.

A su entender, las grandes diferencias radican en los temas abordados en el examen, así como los enfoques empleados en las preguntas, la inclusión de pruebas físicas, demostrar un nivel básico de inglés y la superación de un psicotécnico. No obstante, es otra de las opciones para quienes, una vez terminado el grado, buscan implementar conocimientos y habilidades en entornos diferentes. En este caso, entre trajes de campaña, aviones de combate o buques de la Marina.

¿Cómo descubres tu pasión por la Psicología?

Creo que es algo vocacional. Una idea, que tengo desde pequeña, y que conforme transcurrieron los años fui madurando y queriendo conseguir. Y aquí he llegado.

¿Qué te impulsa a continuar tu formación profesional en el ámbito militar?

En cuanto conocí esta oposición tuve un periodo de reflexión en mi vida, busqué información acerca de las funciones que desempeñamos como psicólogos en las Fuerzas Armadas, hablé con algunos psicólogos militares en activo y me informé acerca del proceso completo de selección. Finalmente, decidí centrarme en ella e ir a por todas con muchas ganas, ya que me fascinó todo lo que encontré al respecto.

¿Cómo fue el proceso de preparación para la prueba?

En mi caso, conocí la preparación específica para esta oposición por parte de APIR tarde, por lo que mi tiempo de preparación con ellos ha sido breve. Sin embargo, consideré que era una gran oportunidad para tener más material de estudio y una guía para afrontar el caso práctico de la mano de un profesional psicólogo militar en activo.

Realicé todos los casos que propusieron, estudié el material específico de esta oposición, además del común con el PIR y aproveché las tutorías para solucionar dudas, además de realizar algunos simulacros como entrenamiento.

¿Qué beneficios consideras que te ofreció preparar la prueba desde una academia?

La orientación especifica en esta oposición con un tutor militar como parte de la plantilla docente de la academia APIR.

Todas las pruebas son muy importantes y has de ir bien preparado. El hecho de contar con un tutor militar que aporte orientación acerca del caso práctico me ha parecido clave a la hora de afrontar la preparación de esta oposición.

¿Cuáles son las similitudes y diferencias de la prueba de admisión con respecto al PIR?

Hace falta dejar claro que no es un examen PIR. Se inciden más sobre otros temas y la forma de preguntar puede ser distinta, por lo que has de abarcar bien todo el temario e ir preparado. El contar con un temario puede ser una buena guía de los contenidos más relevantes por su formato más esquemático.

Además se incluyen pruebas físicas, de nivel de inglés o un psicotécnico que no son pruebas propias del PIR.

¿Qué retos consideras que tendrás que afrontar dentro del ámbito militar?

El reto de desarrollar mi profesión dentro de un ámbito que no conozco completamente en el que seguro me encontraré obstáculos debidos a la falta de conocimiento de la institución, pero que espero poder solventar de la manera más profesional posible.

…y las principales expectativas

La principal expectativa es el desarrollo de mis habilidades como psicóloga, es lo que más ansío. Los miedos los propios a la hora de comenzar un trabajo en una institución en parte desconocida.

¿Qué recomiendas a quienes quieres acceder a Psicología Militar?

Como en cada proceso selectivo, el examen oficial puede presentar áreas que, si no estás informado, no hayas trabajado o temáticas que no esperabas. Por ello, debes prepararte lo mejor posible y trabajar todo lo que esté en tu mano con el objetivo de tener recursos para abordar las diferentes situaciones de examen que se puedan presentar, siendo muy útil para ello el contar con un profesional que pueda aportar información y orientarte en el proceso.

¿Cuáles son tus planes a futuro?

Ahora mismo todo lo que sé sobre cada cuerpo es como civil, a nivel básico, por lo que aprovecharé la formación en cada uno de ellos para aprender lo máximo desde dentro y poder elegir, dentro de las posibilidades, con más conocimiento acerca de los mismos.

¿Cómo te imaginas en cinco años?

Desempeñando mi labor profesional como psicóloga dentro de las Fuerzas Armadas. Sin saber el destino obviamente, pero desarrollando mi profesión dentro de un ámbito que me fascina.