El actual gobierno de España es más peligroso que un mono con dos pistolas para el futuro de todo el país.
Desde el «vamos a acelerar el ritmo de vacunación en Abril» del presidente Pedro Sánchez, hasta el patético «el comunismo es democracia y libertad» de la ministra de trabajo Yolanda Díaz, vemos como nos gobiernan con mentiras, patrañas y cuentos de camino.
Pedro Sánchez ha hecho de la mentira y la opacidad sus señas distintivas a la hora de gobernar, incluso antes de convertirse en presidente de España.
Las mentiras escondieron una gestión totalmente deficiente y contraproducente a los intereses de España.
Como ineptitud -que alguno a lo mejor considera corrupción-, los contratos fallidos para la adquisición de mascarillas, guantes o gel hidro alcohólico.
Como maldad, como parte de un plan elaborado a conciencia, está la no gestión de una ley de pandemias -¿será que todavía no han tenido tiempo?- para que las CCAA puedan gestionar de forma unificada situaciones como la que llevamos atravesando más de un año.
Como maldad, que no se hayan hecho las reformas solicitadas por Europa para recibir los fondos de ayuda contra la pandemia, o la subida de los impuestos a los autónomos o, ya que estamos, la subida que planea hacer el gobierno de los impuestos a partir del año que viene.
Seguir diciendo que se está vacunando a buen ritmo, que vamos a cumplir los objetivos y que si hay algún retraso es por culpa de Europa, eso es maldad -y mentir a la cara, claro-.
Maldad es, que el presidente del gobierno, diga que todo pasa por «la recuperación, la recuperación y la recuperación», pero siempre poniendo todos los instrumentos fiscales al servicio de dicha recuperación; es decir, no creando trabajo sino impuestos.
Y por si acaso, ya le echan la culpa a Europa de las subidas, la misma estupidez que hicieron cuando culparon a Europa del 21% de IVA que pagábamos por las mascarillas, hasta que Europa tuvo que desmentir.
Pero no olvidemos que estamos en campaña, la campaña por la presidencia de la Comunidad de Madrid, en la que el presidente ha saltado como pato al agua para continuar su pugna con Isabel Díaz Ayuso.
Y claro, cuando te metes en una campaña en la que no pintas nada y atacas a la candidata que tiene mayores opciones de ganar, obviamente buscas avivar las tensiones y la crispación para motivar la movilización de la izquierda madrileña, sabiendo que es necesaria para mantener unos resultados reñidos el 4-M.
Gabilondo no es capaz de hacer competencia a la Ayuso del 2021, ni por casualidad, por eso Sánchez se mete en campaña, porque no importa el candidato, importa el pacto de izquierdas, por eso también se fue Pablo Iglesias de candidato, saben que crispando y polarizando pueden influir en la movilización de sus votantes y propiciar una pelea reñida.
Por eso les da igual que Gabilondo diga que no subirá impuestos y la ministra de hacienda diga que sí, por eso da igual que Sánchez y Gabilondo digan que la incidencia del virus en Madrid es de las mayores de España, cuando no sólo se ha demostrado que es mentira, sino que el propio Fernando Simón de declaraciones desmintiendo los datos de su jefe y colega respectivamente.
Por eso también les da igual que la ministra de trabajo de España, no sólo pertenezca al partido comunista español -Galicia-, sino que tenga la desvergüenza de decir que el comunismo es democracia y libertad.
Para mí es ilógico; de hecho, me parece de mal gusto que alguien del partido comunista sea ministro de trabajo, entendiendo que estos personajes sólo buscan y fomentan la creación de pobres -para que jamás dejen de serlo-, y así, alimentar su lucha de clases.
Y luego, pues es que debe ser que a esta señora -pobriña ela- no le han dicho que en la dictadura comunista cubana el único partido legal es el comunista, al igual que en China o en Corea del Norte, ¿a eso llama Yolanda Díaz democracia y libertad?
Por cierto, otra de las grandes mentiras de este gobierno, tiene que ver con el supuesto apoyo a la democracia venezolana, para luego inyectar millones a una empresa quebrada como Plus Ultra y además, solicitar a través de Josep Borrel como Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, el cese de las sanciones a Cuba por parte de los EEUU.
Sabiendo la participación decisiva que tiene la dictadura castrista sobre las dictaduras de Maduro en Venezuela y de Ortega en Nicaragua, así como en los movimientos de izquierda de Iberoamérica, solicitar el cese de las sanciones es simplemente tomar partido a favor de las dictaduras.
Y así hemos sido y somos gobernados, y claro, entre tantas complicaciones que tiene el día a día pues no nos ocupamos mucho de la política porque; aunque lo que allí suceda nos afecte directamente a todos, para eso están los políticos, y ya si eso pues nos quejamos cuando sea demasiado tarde como siempre y así hasta las próximas elecciones ¿a que sí?.
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