Nuevo capítulo en el sector bancario español que avanza en la dirección de uno de los escenarios previstos: la fusión de Unicaja Banco y Liberbank.
Los accionistas de ambos bancos, reunidos en junta extraordinaria, han dado el beneplácito para la unión de ambas firmas y la consolidación de que será quinto banco de España que mantendrá el nombre de la entidad malagueña.
El movimiento, que todavía debe superar el examen de los órganos supervisores, viene precedido por otros de calado como el de la reciente integración de CaixaBank y Bankia y redibuja el mapa financiero del país, gracias a un acuerdo que incluye también la renovación parcial del consejo de administración de la banca resultante.
Luz verde a la fusión y aprobación de dividendos
Tras un camino marcado por idas y venidas, la decisión adoptada este miércoles despeja el camino de la fusión tras el visto bueno de los rentistas de ambos lados.
Una aprobación, por parte de las juntas de accionistas ya en sesión ordinaria, que se ha extendido al cierre de cuentas de 2020 y el consecuente reparto de dividendos antes (16 de abril) y después de la alianza: 11,54 millones de euros para los accionistas de Unicaja y 7,85 millones de euros para los de Liberbank.
Esta primera fase verá reforzada su asimilación con un segundo pago de 5,35 millones de euros que tendrá lugar una vez se consume la unión y del que también se beneficiarán los accionistas de Liberbank que hayan recibido acciones de Unicaja Banco (1 acción de Unicaja por cada 2,7705 acciones de Liberbank, según se acordó en diciembre) como parte del canje de fusión, siempre y cuando mantengan la titularidad a fecha del pago estipulado.
De confirmarse el pronóstico, Unicaja Banco y Liberbank estarían apurando la recta final del desembarco de un nuevo gigante bancario que podría ver la luz a final de año y que partirá con un músculo de más de 110.000 millones de euros en activos, presencia en el 80 % del territorio nacional y cerca de 10.000 empleados.
