Este es un “año crucial en la lucha contra el cambio climático”, ha dicho en varias oportunidades, refiriéndose al 2021, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, quien además, ha hecho un llamado a todos los líderes globales para que ser más más ambiciosos en la mitigación, en la adaptación y en la financiación.
Es el momento de aumentar las acciones en la lucha contra el cambio climático, ha insistido el Secretario General de la ONU; según datos de la ONU, 34 millones de personas en el mundo padecieron inseguridad alimentaria aguda en 2019 debido al cambio climático y mientras que los peligros relacionados con esta situación provocaron cerca de 35 millones de desplazamiento en 40 países.
En el marco de ese contexto y mirando exclusivamente a España, puedo afirmar que en tiempos de pandemia y durante el año que ha pasado desde que se declaró la Emergencia Climática, hay dos importantes aportes que se han concretado y que deben servir de contenido para un debate con la ciudadanía en función de valorar cómo esos pasos que se han dado responden a ese llamado de aumentar las acciones en la lucha contra el cambio climático desde España.
En tiempos de pandemia, el Gobierno español avanzó en la aprobación de dos instrumentos técnicos-políticos significativos en la lucha contra el cambio climático, ellos son:
1) Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030 (PNACC), aprobado en septiembre 2020 y presentado como un instrumento de planificación básico a través del cual se aspira a mejorar la capacidad de anticipación; así también, busca identificar cuáles son las mejores orientaciones para los distintos sectores con el objetivo de construir una economía sólida y una sociedad inclusiva.
Ese Plan es desarrollado a través de 81 líneas de acción, 18 ámbitos de trabajo y 7 líneas transversales.
2) Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo (ELP 2050), aprobada en noviembre 2020 y fue definida como “la hoja de ruta para descarbonizar la economía española y lograr a mediados del siglo el objetivo de ser neutrales en carbono, lo que significa que el balance de emisiones de gases de efecto invernadero debería ser cero”.
La consulta pública de estos dos instrumentos técnicos-políticos, fueron realizados en tiempos de la pandemia, en relación al Plan se anunció la apertura de la consulta para mayo 2020 y luego se pospuso el cierre de la consulta, pero al respecto no hay información pública sobre el cierre de la misma; y en relación a la Estrategia, su consulta se realizó entre julio y septiembre 2020.
Considerando el momento de las consultas públicas, resulta importante valorar ¿cuál fue el nivel de participación en esos dos momentos?, así mismo, atendiendo a lo difícil de esos momentos, puede uno pensar que hay un tarea pendiente de promover el diálogo con todos los actores de la sociedad civil en relación al impacto de esos dos instrumentos en la lucha contra el cambio climático y de qué forma los mismos, nos comprometen como vecinos e integrantes de una sociedad.
En ese sentido, recientemente se presentó el Informe 2021 sobre Impactos y riesgos derivados del Cambio Climático en España, que desarrolla precisamente los impactos en las siguientes áreas:
- Recursos hídricos.
- Ecosistemas terrestres.
- Agricultura y ganadería.
- Medio marino.
- Áreas Urbanas.
- Energía.
- Transporte y Turismo
Y como lo dice su título, el Informe también desarrolla los riesgos para los sectores e interrelaciones.
Entre las conclusiones del Informe mencionado, se puede destacar que se identificaron un conjunto de 73 riesgos, que son calificados en el documento como “preliminares” y como “un primer paso” para ayudar a diseñar nuevos estudios y tomar algunas decisiones sobre las prioridades en algunos sectores.
Y precisamente ese Informe reconoce que su contenido es útil para desarrollar un diálogo con la participación de los actores de diferentes ámbitos.
Ese Informe al cual se hace mención, está disponible a través de la plataforma web Adaptación al Cambio Climático en España, www.adaptecca.es, definida como un instrumento de consulta e intercambio de información en materia de impactos, vulnerabilidad y adaptación al cambio climático, que ha sido una iniciativa del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Oficina Española de Cambio Climático y la Fundación Biodiversidad.
Para complementar los instrumentos técnicos políticos, ahora en España se aguarda por la aprobación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética (PLCCTE) que en mayo 2020 fue remitido a las Cortes y que según nota de prensa de febrero 2021, en el debate en el Congreso ha recibido más de 800 enmiendas por parte de los grupos parlamentarios.
¿Cómo estos instrumentos tecnicos políticos nos ayudan a enfrentar lo que llamó Guterres como “el año crucial en la lucha contra el cambio climático?.
https://iberoeconomia.es/opinion/a-un-ano-de-la-emergencia-climatica-en-espana/