Unas de las demostraciones más evidentes se han materializado en las estaciones de Chueca y Sol
El Metro de Madrid se ha dejado seducir por la publicidad alternativa. Empapelar todas las paredes de una estación, emplear luces LED o reproducciones de vídeo dentro de los túneles son algunas de las fórmulas empleadas para incorporar ingresos a las cuentas de la empresa de transporte público de la capital española. Por ejemplo, aprovechando las celebraciones del ‘Orgullo Gay’, la estación de Chueca ha llenado toda su estructura y los andenes con anuncios de ‘Black is the new orange’ o ‘Glow’, ambas series que son propiedad de Netflix.
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Sin embargo, no ha sido la única. En Gran Vía, una de las estaciones más emblemática de la ciudad, se han utilizado los espacios para anunciar el lanzamiento de la serie ‘Las chicas del cable’, una campaña que cuenta con, al menos, tres semanas consecutivas de duración. Una tendencia similar, aunque que ha generado más rechazo, fue el patrocino por parte de Vodafone de la estación de Sol, la más céntrica de Madrid. Una operación que, incluso, conllevó al cambio en los nombres de los carteles de la estación, lo que ha generado el descontento de los usuarios por su valor histórico.
Con la imaginación como límite, el Metro de Madrid también ha implementado, por primera vez en España, la visualización de contenidos animados en el interior de los túneles. Una tecnología que está situado en la Línea 8, siendo un punto estratégico por su elevado número de pasajeros provenientes del aeropuerto o que emplean este medio de transporte para acudir a la feria de exposiciones IFEMA. La publicidad en los túneles es una iniciativa que se ha convertido en una fuente de ingresos adicional para la compañía metropolitana superior a los 200.000 euros anuales.
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Para lograr esta innovadora publicidad se ha implementado un sistema que se activa por el movimiento del tren y usa una combinación de arquitectura de tecnologías electrónica digital y visualización computerizada. Es decir, utiliza el concepto de imágenes en movimiento y la remanencia de imágenes en la visión humana. De esta manera, Madrid se equipara a otros servicios ferroviarios con este tipo de publicidad, como los presentes en Hong Kong, Seúl, Santiago de Chile y Sao Paulo.