España es el segundo inversor en Brasil, por detrás de Estados Unidos, con una inversión directa en stock acumulado de 75.000 millones de dólares. Así lo asegura a IberoEconomía, Antonio del Corro, director de la Cámara de Comercio de Brasil en España. El atractivo del mercado carioca está claro para el directivo: “Alcanza a 200 millones de personas, ofrece seguridad jurídica y es similar al de España desde el punto de vista humano y cultural”.
Tanto es así que Brasil se ha convertido en la joya de la corona para compañías como Telefónica o el Banco Santander. El país carioca aporta en torno al 23 por ciento de las ganancias de Telefónica y se consolida, cada vez más, como primer mercado del Santander, con un peso del 26 por ciento.
Origen y estado actual de las inversiones
La empresa española da el salto a Brasil a finales de los años 90. Lo hace de la mano de grandes compañías como Telefónica o Repsol, entre otras. Y, aunque algunas empresas del sector financiero ya estaban establecidas por aquel entonces en Brasil, fue en esos años cuando “los empresarios españoles empezaron a ver las grandes posibilidades” que ofrecía el país.
La crisis económica de los últimos cuatro o cinco años hizo bajar el interés por Brasil, “al igual que también disminuyó el interés por España”. Sin embargo, desde el año pasado, las aguas han vuelto a su cauce. “Hace poco hubo un encuentro empresarial entre ambos países en el que se transmitieron las posibilidades de negocio y el interés de las empresas españolas en aumentar sus inversiones en Brasil”, dice Del Corro.
Incentivos a la implantación de empresas
El Producto Interior Bruto (PIB) brasileño se concentra en los estados del sur del país. En concreto, desde el estado de Río de Janeiro hasta el de Río Grande del Sur. Pero, sin duda, el captador de inversiones importantes es el de São Paulo, según el director de la Cámara de Comercio brasileña, quien asegura que Brasil ofrece toda una batería de incentivos a la implantación de empresas.
En general, los incentivos consisten en beneficios fiscales, financiación específica, programas de apoyo y otras concesiones a nivel federal, regional, estatal y municipal. Así se recoge en la Guía de Incentivos a la Implantación elaborada por la Oficina Económica y Comercial de España en Brasilia (ICEX), donde se especifica que los apoyos a la inversión extranjera dependerán del área geográfica y el sector de la economía al que se dirija la inversión en el país.
No se debe estudiar Brasil por los incentivos que ofrece, sino por la capacidad de retorno que tenga la inversión y la capacidad de desarrollo de la misma en el país
No obstante, Del Corro asegura que lo importante no son las ayudas. “No se debe estudiar Brasil por los incentivos que ofrece, sino por la capacidad de retorno que tenga la inversión y la capacidad de desarrollo de la misma en el país”, concluye.