Nutrición y salud renal: La clave para prevenir enfermedades del riñón

Los riñones son órganos esenciales para nuestra salud, responsables de filtrar toxinas, regular la presión arterial y equilibrar los niveles de líquidos y electrolitos en el cuerpo. Sin embargo, muchas personas ignoran el impacto que la alimentación tiene en su función renal, hasta que enfrentan problemas como insuficiencia renal crónica, cálculos renales o hipertensión.

La dieta juega un papel crucial en la prevención y el control de las enfermedades renales. Consumir un exceso de sodio, proteínas y fósforo puede sobrecargar los riñones y acelerar su deterioro. Por otro lado, una alimentación rica en frutas, verduras y grasas saludables puede ayudar a mantener su función óptima.

Uno de los principales errores en la dieta moderna es el alto consumo de alimentos ultraprocesados, llenos de sodio y aditivos químicos. Estos productos aumentan la retención de líquidos y la presión arterial, forzando a los riñones a trabajar más de lo necesario. Reducir el consumo de embutidos, snacks salados y comidas rápidas es un primer paso fundamental para proteger la salud renal.

Además, el exceso de proteínas, especialmente de origen animal, puede ser perjudicial para quienes ya tienen algún grado de insuficiencia renal. Aunque las proteínas son esenciales para el cuerpo, su descomposición genera productos de desecho que deben ser filtrados por los riñones. Un consumo moderado, con fuentes de proteínas vegetales como legumbres o frutos secos, puede ser más beneficioso en estos casos.

El fósforo es otro enemigo silencioso para la salud renal. Presente en bebidas gaseosas, lácteos y carnes procesadas, su acumulación en el organismo puede derivar en problemas óseos y cardiovasculares. Optar por alimentos frescos y naturales es clave para mantener un equilibrio adecuado de este mineral.

Pero no todo es eliminar; también es importante incluir alimentos que beneficien los riñones. Frutas como las manzanas, uvas y arándanos tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que pueden ayudar a la función renal. Beber suficiente agua también es esencial, ya que ayuda a eliminar toxinas y evita la formación de cálculos renales.

En conclusión, la nutrición es una herramienta poderosa para prevenir y controlar las enfermedades renales. Adoptar una dieta equilibrada, baja en sodio, proteínas y fósforo, pero rica en alimentos frescos y naturales, puede marcar la diferencia en la salud de nuestros riñones. No esperemos a que aparezcan problemas para tomar conciencia: la prevención comienza en el plato.

Acerca de Rosisella Puglisi 164 artículos
Nutricionista clínico con Magister en Nutrición Clínica infantil y adultos. Especialista en obesidad, trastornos gastrointestinales, autismo. Atiende pacientes a nivel mundial en español, inglés e italiano.