La periodista Maria Ressa(1), ganadora del Premio Nobel de la Paz en el año 2021, afirmó en una entrevista a AFP que la decisión de Meta de no continuar con el sistema del Fact Checking o Verificación de Hechos en los Estados Unidos, siguiendo los pasos que en ese sentido ha dado la red social X, evidencia que se avecinan “tiempos peligrosos» para el periodismo, la democracia y para los usuarios del entorno digital.
Para Ressa, Mark Zuckerberg está equivocado cuando fundamenta esa decisión, anunciada los primeros días de enero 2025, en la una necesidad de defender la libertad de expresión. Afirma la periodista, que sólo si se actúa buscando beneficios, si se quiere poder y dinero se puede alegar eso, cuando el tema central para ella debería ser el de la seguridad.
Además reclamó a Zuckerberg que haya calificado a los fact checkers o verificadores de hechos como agentes políticamente sesgados que destruyeron más confianza de la que habían creado.
Con esa decisión, afirmó Ressa, Zuckerberg facilita el camino para que las mentiras, el odio, el miedo «infecten a cada persona en la plataforma», favoreciendo las condiciones para un «mundo sin hechos», muy apropiado para un dictador.
María Ressa, quien es de origen filipino y con nacionalidad norteamericana, reconoce que desde hace mucho tiempo, la verificación de hechos y la investigación de la desinformación ha generado en USA un clima político hiperpolarizado y que los conservadores estadounidenses, han utilizado como herramienta para intentar restringir la libertad de expresión y censurar el contenido de derecha.
Era de esperarse que el anuncio de Zuckerberg despertara la respuesta crítica de los verificadores de hechos y que a través de una carta pública fijaran posición más de 170 organizaciones y empresas que colaboran y cooperan entre si en el marco de la International Fact Checking Network (IFCN)(2).
En esa carta pública recordaron que el sistema de verificación de hechos ha estado funcionando desde el 2016 cuando se consideró como un “paso importante para fomentar la confiabilidad de la información en línea.» Además, destacaron que el sistema «ayudó a las personas a tener una experiencia positiva en Facebook, Instagram y Threads al reducir la propagación de información falsa y engañosa en sus feeds.”
En la mencionada carta, las verificadoras de hechos aseguran que si Meta decide detener el programa a nivel mundial, «casi con certeza resultará en daños reales en muchos lugares», recordando que Meta tiene programas de verificación en más de 100 países que son muy diversos, inclusive algunos países son altamente vulnerables a la desinformación y al genocidio.
Así como lo hizo Ressa, los verificadores de hechos, por un lado, reclamaron a Zuckerberg que haya afirmado que la verificación de hechos se había convertido en una herramienta para censurar y por el otro, expresaron su malestar por haberlos calificado como agentes sesgados políticamente.
Por último, los verificadores de hechos, de forma expresa en la carta pública reafirmaron su compromiso firme con la libertad de expresión y en ese sentido expresaron: «la libertad de decir por qué algo no es verdad también es libertad de expresión».
Hay otras voces que se han hecho escuchar sobre esta materia, una de ellas, corresponde al CEO y fundador de la consultora independiente Native Media Group, Alvaro Blanco(3), para quien la decisión adoptada por Meta responde más a una tendencia sociopolítica que a una evolución natural del proceso de validación de información y nos recuerda, que al final, las redes sociales son empresas y dependen de entornos económicos y políticos.
En ese mismo sentido, Clara Jiménez Cruz, Presidenta de la European Fact Checking Standard Network (EFCSN), asociación que reúne a más de 50 organizaciones europeas de fact checking, coincide en afirmar que esa decisión «parece más una medida motivada políticamente en el contexto de la presidencia de Donald Trump en EE.UU. que una decisión basada en evidencia de que el programa no funcione”(4); más adelante haré referencia a esas evidencias que permiten argumentar sobre los efectos del sistema del fact checking.
«Vamos a pasos agigantados, pero hacia atrás», advirtió Álvaro Blanco(5), al valorar los efectos que tendrá la decisión anunciada por Zuckerberg; además afirma que “hasta ahora, la rentabilidad se basaba en que la información llegara verificada, pero si esa función ya no tiene validez para Meta, la tendencia es hacia el fomento de las fake news, y a que seamos los usuarios los que verifiquemos y denunciemos.»
Considerando que son empresas u organizaciones y que toman decisiones valorando el entorno tanto político como económico, Blanco nos recuerda que la decisión de Meta impone ha muchas de ellas a cerrar o buscar otras fuentes de financiación, lo que supone un reto que califica como una “decisión a caballo entre la ética y la rentabilidad».
Por su parte, Adrianus Warmenhoven, experto en ciberseguridad de NordVPN, comparte la visión de Blanco calificando esa decisión de Meta como “un paso monumental para permitir la propagación de la desinformación”.
Sobre el programa que ha utilizado la red social X, que en inglés se llama Community Notes, Warmenhoven explica que ese sistema «funcionará de la siguiente manera: los usuarios marcan y contextualizan la información, aunque sea potencialmente falsa. Y asegura que, desde que X introdujo este método de regulación, se ha producido un aumento de la información engañosa que circula por internet.«(6)
Una decisión de Meta que se limita a USA pero que abre un camino de posibles conflictos en otros países
Hasta ahora la decisión de Meta de abandonar el sistema del Fact Checking, tal y como ya lo ha hecho la red social X, se limita a los Estados Unidos, pero en Europa el tema ya abre el camino a un choque entre la Unión Europea y Google(7).
A pocos días del anuncio de Zuckerberg y también antes de la toma de posesión de Donald Trump como Presidente de Estados Unidos, Google anunció que la empresa ha informado a la Unión Europea que aún cuando no utiliza el sistema del fact checking, como lo ha venido haciendo Meta, no agregará ese sistema a los resultados de búsqueda y a los videos de YouTube, ni los usará para clasificar o eliminar contenidos, muy a pesar de los requisitos que exige la Unión Europea.
Según señala Google, la funcionalidad que añadió el año pasado a YouTube, permitiendo a algunos usuarios a agregar notas contextuales a los videos, «tiene un potencial significativo», sistema que responde al sistema de Comunidad de Notas que utiliza la red social X y que Zuckerberg anunció también utilizará las plataformas de Meta en USA en sustitución del Fact Checking.
Resulta interesante que aún cuando una noticia publicada por Hipertextual en enero 2025 dice que Google no ha utilizado el sistema de Fact Checking en sus plataformas, otra noticia publicada en el año 2017, en ese caso por Europapress, registró el anunció que Google había decidido ampliar a nivel global y en todos los idiomas para Google News y Google Search el sistema de verificación de hechos o fact check, que previamente había anunciado en abril 2016 y que había puesto en marcha en Reino Unido y en USA.(8)
Los choques con la Unión Europea sin duda se replicarán con cada uno de los países cuyos gobiernos intentan establecer un marco institucional que permita la regulación del entorno digital; que en principio, debería ser motivado para garantizar un entorno digital seguro y confiable en un contexto donde la libertad de expresión sea preservada, así como la convivencia pacífica de la sociedad en general, que por cierto, son objetivos que también son buscados en el mundo off line o mundo real.
Precisamente en el contexto político, Brasil, Francia y Australia las reacciones a Zuckerberg no tardaron mucho en expresar la preocupación por la decisión tomada por Meta y anunciada por Mark Zuckerberg a principios de enero 2025.
En el caso de Brasil(9), Joao Brant, secretario de Políticas Digitales de la Secretaria de Comunicación de la Presidencia de la República de Brasil, destacó que es evidente la alianza que tiene Meta con el gobierno estadounidense y a través de la cual, intenta también enfrentar a la Unión Europea, Brasil y otros países que buscan proteger derechos en el entorno digital.
Además agregó que tal decisión «muestra que la empresa no acepta la soberanía de los países sobre el funcionamiento del entorno digital», importante destacar, que ese argumento guarda estrecha relación con el conflicto reciente entre el Gobierno de Brasil con X que llevó a suspender el servicio de X y que luego fue restablecido cuando la red social respondió a los requerimientos que le habían hecho las autoridades de Brasil. Según el portal web Rfi los seguidores de Jail Bolsonaroi han recibido positivamente esa decisión de Meta.
En Francia(10) el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de Francia en un comunicado, expresó que “La libertad de expresión, derecho fundamental protegido en Francia y en Europa, no puede confundirse con un derecho a la viralidad que autorizaría la difusión de contenidos no confirmados (inauténticos) que llegarían a millones de usuarios sin filtro ni moderación”.
En Australía(11), Jim Chalmers responsable del Departamento del Tesoro en una entrevista calificó de «muy peligrosa la decisión de Meta de eliminar la verificación de datos de sus plataformas de redes sociales» y además, expresó que la preocupación existe porque la desinformación tiene efectos negativos para la salud mental de las personas y para la propia democracia.
Por último, debo señalar que en el análisis sobre los motivos que llevan a Zuckerberg a anunciar que Meta abandona el sistema Fact Checking, hay que tener en cuenta, que justo un año atrás, específicamente a finales de enero 2024, Mark Zuckerberg en representación de Meta y los CEO de Snap, X, Discord y Tik Tok, se sometieron a una audiencia en el Senado de los Estados Unidos en una sesión en la que se les exigió más responsabilidad y la adopción de medidas para atender los efectos negativos de las redes sociales en niños, niñas y adolescentes(12).
Importante resaltar que en esa audiencia de enero 2024, tanto Mark Zuckerberg como Eva Spiegel, CEO de Snap pidieron perdón públicamente a las familias de los jóvenes victimas de las redes sociales que estaban presentes durante la audiencia.
De esa audiencia realizada casi un año atrás para el momento de este escrito, quiero destacar dos cosas que me parecen importantes porque contribuye a reflexionar sobre la decisión de Meta y el debate que sobre las redes sociales en los Estados Unidos.
En primer lugar, quiero destacar la opinión de John Kennedy, senador republicano por Lousiana, quien calificó en esa audiencia, específicamente a las plataformas de Meta, como “campo de exterminio de la información”, donde los usuarios «solo ven un lado de una cuestión».(13)
Y en segundo lugar, el reconocimiento de algunos senadores sobre los efectos de la tecnología en la sociedad independientemente de las posiciones políticas que defienden, en tal sentido el senador republicano por Carolina del Norte, Lindsey Graham destacó que si bien no tenia casi nada en común con su colega demócrata la senadora Elizabeth Warren y que tienen una filosofía política diferente a otro senador de nombre, Dick Durbin; estaban de acuerdo en cómo la tecnología está afectando la sociedad.(14).
Para el senador republicano por Carolina del Sur, las redes sociales han hecho aportes positivos, pero advierte que tienen un lado oscuro «demasiado grande para vivir con el»; además, en esa audiencia reclamó a las empresas de redes sociales por tener un producto que está matando gente.
Por cierto en aquella audiencia, creo oportuno agregar, que tanto Evan Spiegel, director ejecutivo de Snap, y Linda Yaccarino, quien en ese momento dirigía X, acordaron apoyar la Ley de Seguridad Infantil en Línea; mientras que Mark Zuckerberg, Sou Chew de Tik Tok y Jason Citron, director ejecutivo de Discord, no se comprometieron a apoyarla y entre los argumentos para no hacerlo estaba que en la propuesta había algunas restricciones muy generales que podían entrar en conflicto con temas de libertad de expresión. (15)
Por último y reconociendo que las plataformas digitales son empresas, tal y como lo afirmó Álvaro Blanco, a quien mencioné previamente, en esa audiencia de enero 2024 en el Senado de los Estados Unidos, Marsha Blackburn, senadora republicana por Tennessee, reclamó directamente a Zuckerberg, que los niños no sean prioridad para la red social, a tal efecto cuestionó que según documentos de la propia empresa Meta, cada niño representa unos US$ 270, lo que supone que para la empresa los niños son simplemente un producto. (16)
A un año de aquella audiencia, la decisión de Meta de abandona el Fact Checking en Estados Unidos, permite preguntarse si tal decisión ¿responde a las exigencias y preocupaciones expresadas en aquella audiencia en el Senado de Estados Unidos?
La libertad de expresión como argumento para justificar la decisión
No me sorprende que con el anuncio de Mark Zuckerberg se eleve el volumen en el debate sobre la libertad de expresión y el intento de regular las plataformas digitales, pues debemos recordar lo siguiente:
1.- No olvidemos que en el 2021 Twitter canceló la cuenta de Donald Trump y Elon Musk fue una de las voces que en ese momento expresó su rechazo y cuestionamiento a esa medida.
2.- Precisamente en un conversatorio en el Financial Times en el 2022, Musk aseguró que revertiría esa prohibición permanente, pero advirtió que para momento «aún» no era el dueño de Twitter. (17)
3.- Cuando Musk anunció su decisión de comprar X, entre los argumentos expresasdos en su comunicado público estaba presente la defensa de la libertad de expresión, en tal sentido afirmó que «libertad de expresión es la base de una democracia funcional, y Twitter es la plaza pública digital donde se debaten asuntos vitales para el futuro de la humanidad”. (18)
Si bien hay avances y consensos sobre el valor de la Libertad de Expresión como derecho humano y como pieza fundamental de toda democracia, la posibilidad de establecer restricciones o regulaciones marcan diferencias importantes que no son recientes, han acompañado la evolución del concepto jurídico a lo largo de los años y es tema obligado, por ejemplo, cuando se aborda las formas para enfrentar institucionalmente el discurso de odio.
Pedro J Tenorio Sanchez, catedrático de Derecho Constitucional (20), nos acerca a dos modelos para abordar la Libertad de Expresión, uno nos lleva a Estados Unidos, en donde afirma la libertad es absoluta e ilimitada y el otro, nos lleva a Europa en donde esa libertad es limitada.
Tenorio nos dice que esa diferencia está planteada desde los orígenes y al respecto cito la siguiente explicación que nos brinda el catedrático:
«En «Estados Unidos, el punto de partida es la Declaración de Derechos del Buen Pueblo de Virginia (1776), cuyo art. 12 decía textualmente que “la libertad de prensa es de los grandes baluartes de la libertad y nunca puede ser restringida por gobiernos despóticos”. El texto no habla de límites en absoluto.
Comparémoslo con la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano francesa de 1789, art. 11: se reconoce el derecho diciendo que “la libre comunicación de las ideas y de las opiniones es uno de los bienes más preciosos del hombre” y continúa diciendo que “todo ciudadano puede por tanto hablar, escribir, imprimir libremente…”. Pero añade: “sin perjuicio de la responsabilidad por el abuso de esta libertad en los casos determinados por la ley”. Cabe, por tanto, regulación legal que establezca la responsabilidad por los abusos.»
Por su parte Aureo Diaz Carrasco en un trabajo de grado sobre el tema, reafirma que hay dos modelos y lo explica de la siguiente manera que cito a continuación::
«Frente a una concepción individualista de la libertad de expresión que permite la defensa pública de discursos que se enfrentan a los principios democráticos que posibilitan esta libertad en Estados Unidos, el ámbito europeo entiende – con matices nacionales – que la defensa de la democracia – que la libertad de expresión contribuye a construir – obliga a limitar los discursos que amenazan los principios fundacionales de la democracia».(21)
Creo importante destacar en el caso de USA, la opinión del jurista norteamericano Floyd Abrams (22), quien afirma que la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos hace que USA sea excepcional por su amplia libertad para decir lo que se piensa, diferenciándose así de países que incluso comparten valores similares como Canadá o Reino Unido.
Y en ese mismo sentido, el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo Miguel Angel Presno Linera (23), dice que la Libertad de Expresión en Estados Unidos puede calificarse como un símbolo cultural de la política norteamericana. El catedrático tiene una obra en la cual compara el modelo de libertad de expresión europeo con el modelo que se ha diseñado en el marco del sistema interamericano de los Derechos Humanos, afirmando de forma expresa que el interamericano se parece más al modelo Europeo.
¿Funcionan o no las Verificadoras de Contenido?
La plataforma Maldita.es(24) en el año 2024 en un reportaje sobre el funcionamiento del sistema Fact Checking nos permite conocer que un estudio de agosto de ese mismo año, realizado por investigadores del Massachusetts Institute of Technology (MIT) demostraron que las etiquetas de advertencia proporcionadas por fact-checkers en plataformas como Facebook, Instagram y Twitter (ahora X), reducían significativamente la creencia y la intención de compartir información falsa.
El mencionado estudio, cita el reportaje, arrojó “de media, la creencia en la desinformación disminuyó en un 27,6% y la intención de compartirla en un 24,7%. Incluso aquellos con baja confianza en los fact-checkers mostraron una reducción del 12,9% en la creencia de contenidos falsos y del 16,7% en la intención de compartirlos. Aunque estas etiquetas son más efectivas para quienes confían más en los verificadores, siguen funcionando para aquellos que desconfían.”
Así mismo, nos dice que esos resultados coinciden con algunos datos que las propias plataformas digitales han hecho públicos sobre sus programas de fact-checking. Según un informe de Meta publicado en septiembre de 2024, una media del 47% de los usuarios de Facebook en Europa, deciden no compartir contenido tras recibir un aviso alertando sobre su falsedad. Una intervención respetuosa con la libertad de expresión, pero con un impacto mucho mayor que otras más invasivas como el borrado o el bloqueo de contenidos (Maldita participa en el programa de verificación de Meta)
Aunque muchos estudios sobre los efectos del fact-checking se centran en Estados Unidos y Europa, la plataforma mencionada, también nos dice que hay estudios que usan evidencia de países en Latinoamérica y África. En un experimento simultáneo en Argentina, Nigeria, Sudáfrica y el Reino Unido, los investigadores encontraron efectos similares en todos los contextos, lo que les llevó a afirmar que el fact-checking “puede ser una herramienta central en la lucha contra la desinformación”.
Por último destaco de ese reportaje que el efecto del fact-checking político no se limita a los ciudadanos, también afecta a los propios políticos. Profesores de tres universidades italianas encontraron que los políticos que habían sido objeto de desmentidos por parte de fact-checkers mentían menos después: de los 55 parlamentarios estudiados, aquellos que fueron corregidos públicamente redujeron sus afirmaciones falsas.
Sobre el programa que utiliza la red social X y que Zuckerberg señala será el modelo a seguir, el International Fact Checking Network (IFCN) mencionado previamente, en su carta abierta a Mark Zuckerberg, afirman que no creen que el programa Notas de Comunidad similar al de X resulte en una experiencia positiva para el usuario, como ha demostrado X. «La investigación muestra que muchas Notas de la Comunidad nunca se muestran, ya que dependen de un consenso político generalizado en lugar de estándares y evidencias para la precisión».
Pero el IFCN admite que no hay razón para que ese programa no pueda coexistir con el programa de verificación de hechos de tercero, pues no son excluyentes.
Para Marcelino Madrigal, experto en desinformación y redes sociales; Javier Barriuso, analista de redes sociales y Carlos Guardían, experto en comunicación digital Carlos Guadián, en agosto 2024 analizando el programa Notas de la Comunidad de X, coincidían en afirmar que no es una herramienta útil para la lucha contra la desinformación. (25)
¿Es un tema ajeno a nosotros?
Claramente la decisión anunciada los primeros días de enero 2025 por Zuckerberg responde a su libertad de tomar decisiones en su empresa, pero no es posible ignorar que la misma tendrá un efecto en la percepción de seguridad y confiabilidad de los usuarios de las redes sociales.
¿Se anuncian tiempos peligrosos como advierte la periodista Maria Ressa?, el tiempo lo dirá, pero si despierta preocupación que sea así, porque ya en la actualidad hay muchas evidencias sobre los potenciales peligros de las redes sociales tanto para para la salud y seguridad de los niños, niñas y adolescentes, como para la estabilidad y confianza en la democracia.
Estoy conscientes que la regulación de las plataformas digitales es un tema complejo, que despierta un conflicto de intereses entre gobierno y empresas digitales, y que aún con programas como el Fact Checking, no es posible acabar definitivamente con los mensajes de odio, la desinformación y los bulos, pero si reducirlos como lo logra el Fact Checking según los estudios mencionados previamente.
Sin duda, en estos tiempos de incertidumbre e inestabilidad, es nuestro deber como ciudadanos y más aún, si somos padres, comprender la dinámica del mundo virtual y los potenciales riesgos que van surgiendo para no sólo identificarlos, sino también, para valorar nuestra capacidad real para enfrentarlos, prevenirlos y acompañar a los pequeños de casa, según el caso, en el acercamiento progresivo a la tecnología con criterios de responsabilidad y seguridad.
Creo que estamos en presencia de un proceso en el cual las plataformas digitales se encuentran frente a gobiernos que a través de sus marcos institucionales intentan regular su relación con ellas, en algunos casos procurando la protección de los derechos de sus nacionales que son usuarios y la protección de los niños, niñas y adolescentes; pero en otros, el tema de la seguridad y defensa de los intereses nacionales domina el debate, como sucede en el caso de Tik Tok.
Precisamente, las presiones y conflictos entre Tik Tok, Facebook y de X con algunos gobiernos, evidencian que una decisión como la que anunció Zuckerberg debe ajustarse al marco legal nacional y responder a la tradición democrática, así como a los niveles de tolerancia de cada sociedad. No será fácil definir esa forma de relacionarse las plataformas digitales con los gobiernos nacionales, pues las primeras son empresas globales que no se ven limitadas geográficamente.
Entre los peligros de ese proceso de definir esa forma de relacionarse, está el riesgo que el debate sobre la libertad de expresión alcance niveles de polarización entre derecha vs izquierda, quedando relegados a un segundo plano los derechos de los usuarios.
En ese contexto aparece ahora con mayor exposición el tema de la neutralidad política de las redes sociales, algunas criticas citadas en este artículo advierten al respecto y ello eleva el riesgo de una polarización que use a la libertad de expresión como herramienta para lograrlo.
No queda otra que intentar conocer más de ese programa Comunidad de Notas, monitorear qué impacto hay de esta medida en USA y cómo, en otras latitudes geográficas, otras plataformas digitales siguen el ejemplo de Meta o por el contrario, toman la oportunidad para crecer, como algunas ya lo están haciendo y competir con programas y medidas que contribuyan a mejorar los niveles de confiabilidad y seguridad que creo son necesarios y urgentes, siempre preservando la libertad de expresión, equilibrio que reconozco no es fácil de alcanzar.
Carlos Romero Mendoza
@carome31