Los médicos de Madrid en huelga reclaman el «control de sus agendas» para atender bien a sus pacientes

El Colegio de Enfermeras de Caracas ha convocado desde el pasado 25 de junio a un paro gremial sanitario por el bajo aumento del salario mínimo.
El Colegio de Enfermeras de Caracas ha convocado desde el pasado 25 de junio a un paro gremial sanitario por el bajo aumento del salario mínimo.

Cinco mil médicos y pediatras de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid están llamados desde hoy a una huelga indefinida. Reclaman un control sobre sus agendas. “Vemos 40 ó 45 pacientes en lugar de 20 que sería lo adecuado”, señala María Elena Cabezas, pediatra. Dicen que no quieren mejores sueldos pero advierten que los médicos españoles se van del país porque en Europa ganan el triple y porque tienen condiciones laborales que hacen imposible conciliar.

En Madrid faltan casi un 30% de Médicos especialistas en Medicina de Familia y Pediatría. A día de hoy sería entre 700 y 900 médicos de familia –sin tener en cuenta los que están a punto de jubilarse- y unos 300 pediatras, señala Paula Chao, médico de familia y vicepresidenta de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC), que advierte que el problema de base es una mala planificación sanitaria desde hace años no solo en esta región, sino a nivel nacional.

37 nuevos médicos y seis pediatras en Madrid

De los 443 nuevos médicos de Familia que terminaron su residencia el año pasado, únicamente 37 se quedaron y en el caso de los pediatras, de 155 que terminaron la especialidad, tan solo seis optaron por trabajar en la Comunidad de Madrid. Además, la  Oferta Pública de Empleo (OPE) de 2017 continúa sin cerrarse.

Las plazas vacías en Atención Primaria en Madrid son las de los centros con más pacientes y en turno de tarde, puntualiza María Elena Cabezas. Estos puestos -señala- implican un trabajo de 14 a 21 horas de lunes a viernes y los médicos prefieren irse a las urgencias de los hospitales donde solo trabajan cinco tardes a la semana; a la sanidad privada que ofrecen contratos más estables y largos –no de semanas o meses sin posibilidad de acumular vacaciones-; a otras comunidades autónomas donde no se trabaja de tarde y pueden cobrar hasta 1.500 euros más, dice Chao; o al extranjero, como Francia o Suiza, donde se triplica el salario.

Los médicos especialistas en Familia, la inmensa mayoría mujeres, empiezan a trabajar con 28 años y cuando se plantean tener hijos lo dejan porque las condiciones laborales “no permiten conciliar”, añade la doctora Chao.

Los médicos de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid no reclaman mejoras salariales. El motivo principal de esta huelga es reducir el número de pacientes que ven cada día y «tener el control sobre sus agendas», insisten. «En el caso de un niño, puede que su enfermedad física o su mal comportamiento en el colegio esconda un caso de abuso sexual o maltrato” y para detectarlo hay que hablar con el paciente tranquilamente, señala Cabezas. No obstante, cabe destacar que si todas las plazas vacantes estuvieran ocupadas, los doctores no tendrían «agendas infinitas» como aseguran.

El ritmo de trabajo de un médico de Atención Primaria en Madrid a día de hoy conlleva el riesgo de una mala praxis por parte del facultativo, que el enfermo reciba una mala atención y una mayor gasto para la administración porque el paciente termina volviendo al médico, señala la pediatra.

Cuánto del gasto en Sanidad se dedica a la Atención Primaria

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que a la Atención Primaria se debería destinar un 25% del gasto de Sanidad. Sin embargo, “ninguna comunidad lo hace”, afirma la doctora Chao. Las que más invierten son País Vasco y Navarra, que emplean un 15%. La Comunidad de Madrid no llega al 11% por habitante.

El sindicato convocante de la huelga indefinida de médicos de Atención Primaria y Pediatras se reunió el pasado viernes con la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, sin grandes avances. «De momento», explicó el comité de huelga, «no hay ni siquiera un pequeño acercamiento», y, aunque tampoco se dan por rotas las negociaciones, la gestión «a coste cero», sin inversión por parte de la Administración dificulta la negociación.