Cada día, en España, se mueven más de 3,3 millones de paquetes debido al comercio electrónico. Sin embargo, el proceso no está exento de fallos, ya que cada minuto se pierden dos paquetes, y en ocasiones, incluso más, según informan Blanca Agost y Paula Alás. Aunque este número pueda parecer pequeño en comparación con el volumen total de envíos, las empresas están tomando medidas para reducir estos fallos utilizando las últimas innovaciones tecnológicas, como la inteligencia artificial.
El sector de la logística ha avanzado considerablemente con el uso de robots para automatizar almacenes. Sin embargo, un simple error en una etiqueta o en la lectura del código de barras puede provocar la pérdida de un paquete. A menudo, los robots, aunque muy eficaces en la mayoría de las tareas, no son capaces de resolver problemas complejos como la mala lectura de etiquetas. Cuando esto ocurre, los trabajadores humanos no siempre detectan el problema, lo que contribuye a que se pierdan dos paquetes por minuto en promedio.
Francisco Aranda, presidente de Uno Logística, destaca que hasta un 65% de las posibilidades de que un cliente vuelva a comprar en la misma tienda online dependen de la experiencia de entrega. Un retraso o extravío en el paquete puede afectar negativamente la fidelidad del cliente.
En este sentido, las empresas de logística están implementando estrategias para minimizar estos errores. Vanessa Hermoso, responsable de logística del grupo Typsa, explica que el proceso de seguimiento de paquetes comienza en el momento de su recepción: se graba, se etiqueta y se asigna un punto de trazabilidad a cada paquete para asegurar su correcta entrega.
A pesar de estos esfuerzos, las últimas tecnologías siguen siendo clave para mejorar la eficiencia. GLS Iberia es un ejemplo de empresa que ha implementado un sistema avanzado de inteligencia artificial en su cadena de distribución. Según Irene Vizoso, trabajadora de la empresa, la IA se utiliza para identificar y mejorar la lectura de aquellos paquetes que presentan defectos en el código de barras o etiquetas difíciles de leer. Este sistema facilita que los paquetes no se pierdan, ya que ayuda a los trabajadores a identificar mejor los problemas.
En cuanto a los paquetes extraviados, algunas tiendas se encargan de recuperar y revender los lotes no entregados sin conocer su contenido. Este tipo de comercios, cada vez más populares entre los jóvenes, se han convertido en fenómenos virales en las redes sociales. En estas tiendas, los compradores pueden adquirir productos como un par de zapatos por tan solo diez euros, sin saber qué recibirán exactamente. Este modelo de negocio no solo ayuda a reducir el desperdicio de productos, sino que también genera una experiencia de intriga para los clientes, que disfrutan adivinando el contenido de sus compras.
Así, el sector logístico está cada vez más enfocado en la innovación tecnológica para hacer frente a los desafíos del comercio electrónico, mejorar la experiencia del cliente y reducir las pérdidas de paquetes, lo que favorece tanto a las empresas como a los consumidores.