España refuerza el control fiscal sobre bitcoin en 2025: Hacienda vigilará todas las transacciones

Campaña de la Renta 2019

El año 2025 marcará un antes y un después en la fiscalidad de las criptomonedas en España. Con la implementación de un control más riguroso, Hacienda tendrá acceso total a la información de todas las transacciones realizadas en exchanges españoles durante el ejercicio fiscal de 2024. Esto representa un cambio significativo en la manera en que los inversores deben gestionar sus obligaciones tributarias, aumentando la presión para cumplir con las normativas fiscales sin errores ni omisiones.

Aumento del control sobre las criptomonedas en España

España se encuentra entre los países europeos con mayor adopción de bitcoin y criptomonedas, posicionándose en el puesto 25 a nivel mundial, según datos de Chainalysis. Sin embargo, este crecimiento ha llevado a las autoridades fiscales a intensificar su control sobre las transacciones y patrimonios digitales.

Desde hace varios años, los inversionistas en criptoactivos tienen la obligación de declarar sus ganancias o pérdidas ante Hacienda, pero en 2025 este requisito será aún más estricto. Con la información de todas las transacciones en exchanges españoles al alcance del gobierno, cualquier discrepancia entre lo declarado y los registros oficiales podría derivar en sanciones o notificaciones por parte de la Agencia Tributaria.

Los tres impuestos clave para los inversores en criptomonedas

Para 2025, los contribuyentes que hayan realizado operaciones con criptomonedas deberán cumplir con tres impuestos fundamentales:

  1. Impuesto sobre la Renta: Afecta a quienes hayan vendido sus criptoactivos durante 2024. La declaración deberá presentarse en junio de 2025, y es fundamental llevar un registro detallado de todas las transacciones realizadas para evitar errores que puedan derivar en sanciones.
  2. Impuesto sobre el Patrimonio: También con vencimiento en junio de 2025, este impuesto obliga a declarar la tenencia de criptomonedas, ya sea en wallets privadas, exchanges nacionales o plataformas extranjeras. Incluso los NFT deben ser considerados en la valoración del patrimonio total.
  3. Modelo 721: Debe presentarse en marzo de 2025 y aplica a quienes posean más de 50.000 euros en plataformas de intercambio extranjeras no registradas en España.

Estas medidas buscan fortalecer la recaudación fiscal y evitar la evasión de impuestos dentro del ecosistema cripto.

Mayor vigilancia y sanciones para quienes no declaren

El acceso total de Hacienda a la información de los exchanges españoles representa un cambio importante en la fiscalización de criptomonedas. Por primera vez, la Agencia Tributaria podrá conocer el volumen exacto de compraventas y saldos de cada contribuyente, lo que permitirá detectar con mayor facilidad cualquier omisión en la declaración.

Se espera que en 2025 aumenten las notificaciones y sanciones contra aquellos que no cumplan con sus obligaciones fiscales. Desde abril de 2024, Hacienda ha estado enviando notificaciones a miles de contribuyentes con base en los modelos 172 y 173, que deben ser presentados por quienes operan en exchanges centralizados registrados en el Banco de España.

Implicaciones para los inversores en bitcoin

El endurecimiento de las regulaciones fiscales podría generar un cambio en la forma en que los inversores gestionan sus activos digitales. Mientras algunos optarán por cumplir rigurosamente con las normativas, otros podrían buscar alternativas en plataformas descentralizadas (DEX) o trasladar sus inversiones a países con regulaciones más flexibles.

Con el mercado cripto en crecimiento y un posible ciclo alcista en 2025, Hacienda busca garantizar que todas las ganancias generadas sean debidamente declaradas y tributadas. En este contexto, la transparencia en la declaración de impuestos será esencial para evitar sanciones y posibles problemas legales.

El nuevo escenario fiscal deja claro que España no permitirá ninguna irregularidad en la tributación de las criptomonedas. Por ello, los inversores deben prepararse para una mayor vigilancia y adoptar un enfoque proactivo en la gestión de sus obligaciones fiscales.