
El desempleo sigue siendo una preocupación latente en España, aunque las cifras generales parecen mostrar una mejora. «Por fin, buenas noticias (…). Las cifras son muy positivas», afirmó la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, al analizar los datos de paro registrado en febrero. Según el informe del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), el número de desempleados se redujo en 5.994 personas, dejando la cifra total en 2.593.449, el nivel más bajo para un mes de febrero en los últimos 17 años. Además, la Seguridad Social sumó 100.340 nuevos cotizantes, lo que representa un incremento del 0,48% respecto al mes anterior.
Sin embargo, estas cifras positivas no reflejan la realidad de todos los grupos de edad, en especial los trabajadores mayores de 45 años. A pesar de una leve mejoría en enero, cuando se registraron 351.573 contratos para este segmento, en febrero la contratación sénior cayó un 10%, marcando una preocupante tendencia a la baja.
El empleo sénior en declive: una tendencia alarmante
Los datos del SEPE confirman que el mercado laboral sigue siendo hostil para los trabajadores de más de 45 años. En febrero, este grupo firmó solo 316.287 contratos, una reducción de 35.286 empleos respecto a enero (-10,04%). Este dato supone el peor registro desde agosto de 2024, cuando se generaron apenas 277.633 contratos.
Además del retroceso mensual, la comparativa interanual tampoco es alentadora: en febrero de 2025 se firmaron 14.243 contratos menos que en el mismo mes del año anterior, lo que representa una caída del 4,31%.
Esta situación no es nueva. Durante los dos últimos meses de 2024, el colectivo sénior ya había experimentado una fuerte destrucción de empleo: en diciembre se perdieron 36.072 contratos y en noviembre otros 52.659, lo que supuso una pérdida conjunta de casi 90.000 empleos.
Menos de 3 de cada 10 contratos son para trabajadores mayores de 45 años
El mercado laboral español generó un total de 1.098.491 contratos en febrero, pero solo el 28,8% fueron para trabajadores de más de 45 años. Esto significa que menos de 3 de cada 10 contratos beneficiaron a este grupo, lo que pone en evidencia el problema del edadismo en el empleo.
Mientras tanto, los datos muestran que las empresas prefieren contratar a trabajadores más jóvenes. En comparación con los 316.287 contratos firmados por mayores de 45 años, en febrero se generaron 544.756 contratos para personas de entre 25 y 44 años, y otros 237.448 empleos para jóvenes menores de 25 años.
Esta discriminación por edad es especialmente preocupante en un contexto en el que la edad de jubilación sigue aumentando. En 2025, la edad legal de retiro en España se sitúa en 66 años y 8 meses, lo que hace aún más necesario fomentar la empleabilidad de los trabajadores sénior.
El empleo indefinido también favorece a los jóvenes
No solo el volumen de contrataciones afecta al colectivo sénior, sino también el tipo de empleo que consiguen. Los datos del SEPE revelan que las empresas están otorgando más contratos indefinidos a trabajadores más jóvenes. En febrero, los mayores de 45 años lograron 135.465 contratos fijos, mientras que los empleados de entre 30 y 44 años consiguieron 172.066 contratos indefinidos. Incluso los trabajadores de entre 25 y 29 años firmaron 75.587 contratos fijos, superando a muchos empleados sénior en estabilidad laboral.
Un desafío pendiente para el mercado laboral
A pesar de los buenos datos generales de empleo en febrero, la realidad para los trabajadores mayores de 45 años sigue siendo preocupante. La continua pérdida de contratos para este grupo y la discriminación en la contratación indefinida reflejan un problema estructural en el mercado laboral español.
El envejecimiento de la población y el retraso en la edad de jubilación hacen imprescindible que las políticas de empleo aborden con urgencia la discriminación laboral por edad. Si la tendencia actual no cambia, miles de trabajadores sénior seguirán enfrentándose a un panorama laboral adverso, con cada vez menos oportunidades para seguir activos en el mercado de trabajo.