El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este martes desde su residencia en Mar-a-Lago, Florida, que impondrá aranceles del 25% a la importación de automóviles, semiconductores y productos farmacéuticos. Esta medida, que se espera entre en vigor en abril, forma parte de su estrategia para fortalecer la producción nacional y reducir el déficit comercial.
«Las empresas tendrán tiempo para trasladar sus fábricas a Estados Unidos», explicó Trump, sugiriendo que el objetivo es incentivar la relocalización industrial. Además, advirtió que estos aranceles podrían aumentar en el transcurso de un año, afectando aún más a los mercados internacionales.
Impacto en el sector automotriz, tecnológico y farmacéutico
Automóviles:
Estados Unidos importa cerca de 2,5 millones de vehículos al año de países como México, Canadá, Japón y Alemania. Según la Asociación Nacional de Concesionarios de Automóviles (NADA), este arancel podría elevar el precio de los automóviles importados en un 10% a 15%, afectando a los consumidores y concesionarios locales.
Semiconductores:
El mercado de semiconductores en EE.UU. depende en gran medida de fabricantes extranjeros, como Taiwán y Corea del Sur. Un aumento en los aranceles podría encarecer dispositivos electrónicos, desde teléfonos móviles hasta computadoras y automóviles inteligentes. En 2023, el 75% de los chips utilizados en EE.UU. provinieron de Asia, lo que podría generar un impacto directo en la industria tecnológica.
Productos farmacéuticos:
Más del 60% de los ingredientes activos en medicamentos consumidos en EE.UU. son fabricados en China e India. Con la nueva política arancelaria, los costos de producción de medicamentos esenciales podrían incrementarse, afectando los precios finales para los consumidores y el sistema de salud.
Aranceles y guerra comercial: antecedentes y efectos
La Administración Trump ya impuso en su momento un arancel del 25% sobre el acero y el aluminio importado, así como un arancel general del 10% sobre productos procedentes de China. Estas medidas desencadenaron represalias por parte de países como China y la Unión Europea, generando un entorno de incertidumbre económica y volatilidad en los mercados financieros.
¿Qué sigue?
El impacto de estas nuevas tarifas se sentirá a nivel global, especialmente en industrias dependientes del comercio internacional. Las empresas afectadas podrían:
- Trasladar su producción a EE.UU. para evitar los aranceles.
- Buscar acuerdos comerciales alternativos con otros países.
- Aumentar los costos de sus productos, afectando a consumidores y negocios.
Se espera que el estudio de la Administración Trump sobre políticas fiscales y arancelarias extranjeras concluya en abril, allanando el camino para la implementación de estos aranceles recíprocos.