Trump eleva al 50% los aranceles al acero canadiense y amenaza con absorber a Canadá como el «estado 51»

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha intensificado su política comercial proteccionista al anunciar una drástica subida de los aranceles sobre el acero y aluminio procedentes de Canadá. La nueva tarifa, que se elevará del 25% al 50%, entrará en vigor este miércoles y responde, según el mandatario, a la decisión de la provincia canadiense de Ontario de incrementar en un 25% el precio de la electricidad que exporta a Estados Unidos.

Desde su cuenta en Truth Social, Trump justificó la medida como una represalia ante lo que considera una política «abusiva» de Canadá en el sector energético. Además, advirtió que su gobierno se encuentra listo para declarar la «emergencia nacional sobre la electricidad» en la zona afectada, con el objetivo de tomar acciones inmediatas y contrarrestar los efectos del incremento del costo energético en la industria estadounidense.

Pero las amenazas de Trump no se han limitado al acero y el aluminio. El presidente también anunció su intención de aplicar un fuerte aumento de aranceles a los automóviles importados desde Canadá a partir del 2 de abril. Según sus declaraciones, esta medida busca «cerrar permanentemente» la industria automotriz canadiense y obligar a las empresas del sector a trasladar su producción a Estados Unidos.

Un desafío a la soberanía canadiense

Más allá de las políticas arancelarias, Trump avivó la polémica al cuestionar la soberanía de Canadá y sugerir abiertamente la posibilidad de que el país se convierta en el «estado 51» de Estados Unidos. «Canadá paga muy poco por su seguridad nacional y depende de nosotros en términos militares», afirmó el mandatario, asegurando que Washington «subsidia» la defensa canadiense con más de 200.000 millones de dólares anuales.

En un discurso provocador, el presidente estadounidense argumentó que la absorción de Canadá dentro de Estados Unidos traería beneficios tanto económicos como estratégicos. «Si Canadá se convirtiera en nuestro querido estado 51, todos los aranceles y restricciones comerciales desaparecerían, los impuestos para los canadienses serían más bajos y su seguridad estaría más garantizada que nunca», afirmó.

Asimismo, Trump insistió en que la actual frontera entre ambos países es una «línea artificial de separación» y que su eliminación permitiría la creación de «la nación más grande, segura y poderosa del mundo». Incluso propuso que el himno nacional canadiense se convirtiera en la representación de «un gran y poderoso estado dentro de Estados Unidos».

Reacciones y posibles consecuencias

Las declaraciones de Trump han generado indignación en Canadá, donde líderes políticos y expertos consideran que sus palabras representan un ataque directo a la soberanía del país. Se espera que el gobierno canadiense, liderado por el primer ministro Justin Trudeau, anuncie medidas de represalia en los próximos días.

En el ámbito económico, la subida de los aranceles podría desatar nuevas tensiones comerciales entre ambos países y afectar gravemente a sectores clave como la siderurgia y la industria automotriz. Además, los expertos advierten que esta escalada podría impactar en la inflación en Estados Unidos, incrementando los costos de producción y afectando a los consumidores.

Mientras tanto, la comunidad internacional observa con preocupación cómo la política de Trump podría generar nuevas fricciones en el comercio global y en las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y sus aliados más cercanos.