El boom turístico en España se produjo en la década de los 60 y la tendencia ha ido al alza hasta el día de hoy, donde lo más habitual entre la población es escapar de la rutina durante los días de vacaciones que uno dispone. La industria del turismo ha crecido, sobre todo en las últimas décadas, proponiendo nuevas formas de viajar y modificando las ya existentes. Uno de los factores de ese cambio es la tecnología, que ha alterado los hábitos de los viajantes, aunque también cabe mencionar una mayor consciencia social.
Un buen ejemplo de lo comentado es el viaje sostenible, en el que se tienen en cuenta las repercusiones económicas, sociales y medioambientales que tendrán las actividades llevadas a cabo por los visitantes. Su origen data de los años 90 y es fruto de la preocupación del deterioro causado por el sector, afectando tanto a entornos naturales como condicionando la vida de las personas residentes en el lugar. Según varios estudios, son cada vez más las personas que contemplan estas preocupaciones al planificar una estancia lejos de casa.
El impacto tecnológico
La tecnología ha proporcionado nuevas formas de viajar. Más allá de influir en la reserva de hoteles o la elección de vuelos, condiciona aquello que se hace durante esos días de vacaciones. Hay quienes eligen combinar el trabajo con el ocio, algo que se conoce de forma popular como “workation”, debido a que las conexiones actuales lo hacen posible. Aunque nunca se alcanza la plena desconexión, es una tendencia muy habitual, sobre todo entre los populares “nómadas digitales”, cuyos empleos son flexibles y en remoto.
En contraposición, en esta época en la que la población está hiperconectada, ya esté en sus obligaciones laborales y estudiantiles o gozando de unos instantes de entretenimiento, ha habido un auge de la “desconexión digital”. Como su nombre bien indica, es una forma de viajar que anima a los visitantes a alejarse del mundo de las pantallas y a reconectar con lo más terrenal. Profundizar en la cultura o la naturaleza de una zona es lo más habitual, aunque también se suelen decantar por el deporte como vía de relajación.
Los avances tecnológicos han cambiado la esencia de otros tipos de turismo, como el de casino. La llegada de internet y la popularización de plataformas que permiten partidas de diferentes juegos como la roulette online han abierto nuevas oportunidades a los aficionados, ofreciendo experiencias en todo tipo de dispositivos y sin la necesidad de desplazarse. Por ese motivo, los destinos dedicados a ello se han visto obligados a reinventarse, a través de servicios de alta gama y enfocándose a un público más específico.
Mayor especialización
Más allá de la sostenibilidad, muy presente en la mentalidad de los turistas, se buscan las experiencias personalizadas. En la actualidad, cuando viajar es más fácil que en el pasado, quienes salen del hogar, en muchas ocasiones, buscan algo original e innovador, no limitándose a lo que la mayoría que han hecho previamente. Por ese motivo, una de las modas ahora es potenciar los intereses personales de cada uno, por ejemplo, yendo a buscar vivencias gastronómicas genuinas, algo ideal, en especial, para los amantes de la comida.
Por otro lado, está el turismo que busca integrarse en una comunidad, siendo clave para ello la predisposición de los habitantes habituales. Cada vez es más recurrente que los viajeros no se limiten a estar en el hotel y a acudir a los enclaves que salen en las guías, sino que quieren conocer con mayor profundidad aquello que están visitando. Algunas de las formas más comunes para lograrlo es la realización de talleres de cocina, el interés por oficios artesanos de la zona o aprender ligeramente el idioma con el que se comunican.
En plena era digital, parece que en pocos años la industria turística ha evolucionado, impulsada sobre todo por la tecnología y la conciencia social. Las herramientas digitales han brindado más posibilidades de personalización y, a la vez, aportan su grano de arena al tratar de reducir la huella medioambiental de las acciones llevadas a cabo. Las opciones de viaje ahora son más diversas y originales, adaptándose a los gustos personales de cada uno, y esto hace que se abran muchas más posibilidades de mercado ante nosotros.