Bruselas propone un «club de materias primas críticas» para hacer frente al monopolio de China

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha propuesto la creación de un «club de materias primas críticas» entre la UE y países afines, como Estados Unidos, para contrarrestar el «monopolio» de potencias como China en ese área esencial para la transición ecológica.

«Podemos construir un club de materias primas críticas trabajando con socios que piensen como nosotros, desde los EE.UU. a Ucrania, para fortalecer colectivamente las cadenas de suministro y diversificarse lejos de los proveedores únicos», ha señalado Von der Leyen en su discurso ante el Foro de Davos.

Ha citado, por ejemplo, que la Unión Europea depende en un 98% de China en las importaciones de tierras raras, un conjunto de materiales vitales para las tecnologías limpias. En cuanto al litio, también esencial en la generación renovable y en los vehículos eléctricos, solo tres países representan más del 90% de la producción.

«Toda la cadena de suministro se ha estrechado enormemente, esto ha hecho que suban los precios y amenaza nuestra productividad», ha advertido la presidenta de la Comisión. Por ello, además de este club, ha anunciado la creación de una ley de materias primas críticas que fomente el procesado y el reciclaje de estos materiales en Europa.

Contrarrestar la ley de subsidios verdes estadounidense

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Von der Leyen ha anunciado además un plan de inversiones en industrias «limpias» que contrarreste el impacto que ha tenido la ley de subsidios verdes estadounidense en la economía comunitaria, así como una legislación para un tejido de «cero emisiones» con objetivos «claros» a partir de 2030.

En este sentido, ha abogado también por que los subsidios a tecnologías limpias de la UE, Japón, Reino Unido o Estados Unidos «sean justos y se refuercen mutuamente» y generen un beneficio conjunto, «por ejemplo, creando economías de escala a través del Atlántico o estableciendo estándares comunes».

Según ha explicado Von der Leyen, el Plan Industrial del Pacto Verde, como lo denomina Bruselas, pretende abarcar el entorno normativo, la financiación, la cualificación de los trabajadores y el comercio internacional y se centrará en agilizar permisos para facilitar la inversión en los sectores cruciales a lo largo de toda la cadena de suministro a fin de alcanzar el objetivo de cero emisiones netas, lo que incluye la energía eólica, las bombas de calor, la energía solar, el hidrógeno limpio y el almacenamiento.

 

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