El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado 800 millones de euros adicionales para mejorar la gestión del agua y modernizar los regadíos. Además de los 1.000 millones contemplados en el Perte para el sector agroalimentario.
Así lo ha anunciado Sánchez durante su presentación, que ha tenido lugar durante la feria nacional del vino Fenavin que se celebra en Ciudad Real. Tal y como ha señalado, esta inversión sumará un total de 1.800 millones de euros para el sector primario cuyas posibilidades «son formidables» en el contexto nacional.
Sánchez ha desgranado los ejes de esta estrategia vinculada a fondos europeos, recordando que entre ellos están fortalecer el tejido industrial con 400 millones de euros de financiación para fomentar la mejora de la competitividad empresarial, que podrán solicitarse a partir de la primera quincena del mes de junio.
Un segundo eje estará dotado con 454 millones de euros para mejorar la digitalización de las empresas agroalimentarias, después de que la primera fase de ayudas del llamado kit digital haya llegado ya a 6.000 empresas, según sus datos.
Por último, el fortalecimiento de la investigación en el ámbito agrario contará con cargo a este programa de 148 millones de euros para «trabajar en aumentar la capacidad productiva del sector en el futuro».
Autonomía agroalimentaria estratégica
Sánchez arrancaba su intervención asegurando que se trata de «un día importante», para él y «para el campo español», toda vez que se presenta un plan tras un trabajo «muy laborioso» que representa «dos cosas importantes», como son el compromiso del Gobierno para dar más competitividad al sector y poner en valor «la colaboración público privada».
Durante estos meses de confinamiento, ha dicho, la cadena alimentaria mantuvo el suministro alimentario para que todos pudieran seguir teniendo las despensas surtidas. «No deberíamos olvidar, demostraron que eran trabajadores esenciales para el desarrollo de nuestras vidas».
Pedro Sánchez ha apostado por que España se encamine hacia una «autonomía agroalimentaria estratégica» para capear las crisis que puedan llegar, en alusión a la guerra en Ucrania.
«La autonomía estratégica no es solo en defensa, lo es también en industria y en alimentación», ha avisado el presidente, desgranando en esta línea las medidas ya aprobadas como la ley de la cadena alimentaria, las ayudas directas a sectores afectados por la guerra de 430 millones para el sector agrario y pesquero, la rebaja de impuestos en la energía o las ayudas de la PAC.