Con la vuelta del turismo de masas en Italia, después de dos años de ausencia por la pandemia, vuelven los problemas a la frágil Venecia, donde a partir de este verano se pondrá a prueba un sistema de reservas para poder entrar en la ciudad de los Canales como adelanto a la introducción de la entrada obligatoria en 2023.
Tras la llegada de unos 400.000 turistas a la ciudad durante las vacaciones de Semana Santa, el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, ha anunciado la puesta en marcha antes del verano de una plataforma informática en la que se tendrán que registrar todos aquellos que quieran acceder al centro histórico.
Esta medida se suma a otra que ya tomaron las autoridades en 2018, cuando se empezó a controlar la llegada de turistas con barreras en puentes de acceso para evitar la degradación de su patrimonio histórico. Además, en verano de 2021 Italia prohibió la entrada de cruceros y barcos de grandes dimensiones a la la ciudad, así como navegar en sus inmediaciones, con el objetivo de protegerla.
Los turistas que hayan reservado tendrán prioridad en museos y transporte
El regidor ha explicado a los medios locales que inicialmente no habrá penalizaciones ni se prohibirá
«Este es el camino correcto. Seremos los primeros en el mundo en esta difícil experimentación», ha añadido Brugnano en declaraciones al Corriere del Véneto.
El objetivo de la administración municipal es saber siempre, en tiempo real, cuántas personas se encuentran al mismo tiempo en las calles del centro histórico y poder actuar en consecuencia.
“Una revolución que hoy ya hacen los museos, pero ninguna ciudad. Empecemos de forma experimental, porque serán necesarios ajustes. Esto ya lo sabemos, pero es el único camino a seguir», ha explicado el concejal de Turismo, Simone Venturini.
Una preparación de cara a 2023
De esa forma, se preparará la introducción en 2023 del acceso con entrada obligatoria al centro de la ciudad, que ya en el pasado experimentó un sistema de entrada a través de tornos.
En el centro de Venecia, donde quedan cerca de 40.000 habitantes, se alojaron el pasado Viernes Santo entre el Lido y el área histórica más de 100.000 personas, sin contar los que pasaron solo el día y durmieron en las localidades a las afueras de la Laguna, como Mestre.
El presidente de la región de Venecia, el Veneto, Luca Zaia, ha asegurado que los visitantes «son siempre bienvenidos», pero que con la llegada de nuevo del turismo masivo el debate sobre la protección de Venecia y la gestión de accesos se vuelve a abrir.
«La visita a Venecia debe garantizarse a todos», pero establecer un sistema de reservas puede ser un buen modelo, ha añadido Zaia. Confesercenti, la asociación de los empresarios en Venecia, ha aplaudido la iniciativa de «comenzar de inmediato con las reservas como una herramienta de incentivo para un turismo de calidad, pero no como una obligación».
El empleo turístico crece un 16% en marzo y se acerca a las cifras previas a la pandemia