Para este sábado 19 de marzo, el sindicato SOLIDARIDAD ha convocado una manifestación nacional frente a todos los ayuntamientos de España -salvo en la Comunidad de Madrid, en cuyo caso, los asistentes se concentrarán en la plaza Cibeles, frente al ayuntamiento de la Villa de Madrid-.
Los motivos de la convocatoria parecieran crecer cada día, la gota que derramó el vaso fue la asignación en consejo de ministros de más de veinte mil millones de euros al ministerio de igualdad de Irene Montero para «llevar a cabo políticas feministas transversales».
Ya iba siendo hora de que se convocara a la población a la calle ante la situación económica que atraviesa España. Como comenté en mi artículo de opinión de la semana pasada la inflación en España antes de comenzar la guerra era de más del 6%, exactamente 7,4% del PIB, gracias a la actualización del INE -Instituto Nacional de Estadísticas- del mes de febrero.
Mientras el precio de la luz y el gas suben constantemente desde hace un año, incidiendo en el aumento de precios de los productos y, por ende, en la inflación. El gobierno de Pedro Sánchez apostó por aumentar la recaudación y aumentar también los impuestos. Ante esta presión a los bolsillos de los españoles, los principales sindicatos del país, CCOO y UGT han permanecido en silencio absoluto.
La prueba de la maldad de este gobierno contra sus propios ciudadanos y de la complicidad de UGT y CCOO, radica en que el gobierno tenía el ejemplo de otros países que han tomado medidas contra la subida de los precios del gas o los combustibles. Si al gobierno con más asesores de la historia no se le ocurrió bajar impuestos por iniciativa propia, podía haber observado y copiado el ejemplo, ya que era un buen ejemplo, pero no.
En cuanto a CCOO y UGT, pues más de lo mismo, sólo con ver lo que hacían los demás países de la UE y lo que no hacía España, lo mínimo era convocar varias manifestaciones, o ¿será que decidieron no hacer nada para recibir las benditas subvenciones?, ¿será?
Entre las medidas adoptadas por algunos de los países miembros de la UE, está la reducción de 15 céntimos por litro en cualquier combustible aplicado por Francia; otros países como Irlanda, Rumanía o Suecia rebajan los impuestos a los combustibles y en el caso de Suecia, también a la electricidad.
Alemania anunció a principios de enero una rebaja de 30.000.000.000€ -se lee treinta mil millones de euros- a los ciudadanos y a las pequeñas y medianas empresas. Polonia, por su parte, reduce el IVA del combustible del 23% al 8%; el de alimentos del 5% al 0%; el del gas del 23% al 0% y el de los fertilizantes, del 8% al 0%.
En España, Pedro Sánchez -una semana después de darle 20.000.000.000€ a Irene Montero para sus políticas feministas transversales-, anunció que su gobierno impulsará rebajas fiscales en los sectores que han sido afectados por la guerra.
Veremos seguramente una nueva incongruencia de Pedro Sánchez, ya que la semana pasada afirmó en el Congreso que tanto la inflación como el alza de los precios en las fuentes de energía y los combustibles se debían a la guerra y eran responsabilidad del presidente ruso Vladimir Putin.
¿Cree usted entonces, que el gobierno vaya a impulsar -de verdad- rebajas fiscales en todos los sectores afectados por la guerra? o ¿nos estará mintiendo nuevamente?
Si usted se pregunta si acudir o no a la manifestación convocada para este sábado en contra del alza de los precios, de la inflación, de la falta de oportunidades y de medidas que ayuden a los que peor lo están pasando, sólo compare lo que hacen otros países y lo que hace el nuestro ante la misma situación.
Si lo medita un momento, se dará cuenta que hay más de veinte mil millones de razones para salir a las calles y manifestarse contra este gobierno.